La pesadilla de ser policía en Olesa: abusos y amenazas a los agentes
Los policías locales de Olesa de Montserrat (Barcelona) aseguran que están hartos de ir a trabajar con miedo: desde hace años están sufriendo malos tratos, acoso laboral y abusos sexuales por parte de sus superiores y han decidido romper su silencio. En ElCaso.com hemos entrevistado a varios agentes que nos han explicado el infierno que viven cuando tienen que ir a trabajar. La mayoría de ellos han querido preservar su anonimato para evitar repercusiones por parte del sargento y de los cabos acusados de estos delitos.
Acoso laboral y abusos sexuales en la Policía Local de Olesa de Montserrat
Antonio Zamora, el abogado de los policías, explica que los agentes hace muchos años que están sufriendo acoso por parte de sus superiores y que desde el Ayuntamiento de Olesa de Montserrat "son conscientes de la situación y no están haciendo nada para cambiarlo" y, por este mismo motivo, ha presentado varias querellas contra el sargento de la comisaría y hacia los cabos por ser los presuntos autores de delitos de acoso laboral y sexual. De estas querellas, dos ya están ratificadas y tres están admitidas a trámite y pendientes de ratificar: se acusa a algunos altos cargos de la Policía Local de Olesa de Montserrat de acoso laboral y abusos sexuales a los agentes
Dos querellas ratificadas y otras tres pendientes de ser ratificadas
Desde los juzgados, dieron la razón a los querellantes: el sargento y dos cabos de la Policía Local de Olesa de Montserrat eran los responsables de un delito de acoso laboral y abusos sexuales a varios agentes del cuerpo. Desde el Ayuntamiento del municipio, en vez de inhabilitarlos, les obligaron a pedir la baja y sus cargos fueron cubiertos por personas de confianza, que tenían un contacto estrecho con los acusados y que siguieron la misma línea de los anteriores policías, sometiendo al resto del cuerpo a un acoso laboral y unos malos tratos constantes, que recogen las otras tres querellas que están pendientes de ser ratificadas.
Se pide la jubilación anticipada para evitar seguir siendo maltratado
Un expolicía de esta comisaría, en la que trabajó desde el 2006 hasta el 2019, explica que se vio obligado a pedirse la jubilación anticipada a causa del acoso laboral constante que sufría por parte de sus superiores, pero la gota que colmó el vaso fue cuando decidió investigar los presuntos maltratos de un superior y este le abrió un expediente disciplinario por no comunicarle que lo estaba investigando.
El expolicía tenía ideas suicidas a causa del acoso laboral que sufría
A causa de estos hechos, estuvo de baja durante 11 meses hasta que, finalmente, se acabó pidiendo la jubilación anticipada a los 61 años, ya que la situación que vivía era muy extrema y, en algunas ocasiones, incluso ha tenido ideas suicidas, tal como ha explicado él mismo en un vídeo: "Pensaba que me arruinaría la vida, que cogería el arma y me arruinaría la vida y la de mi familia", explica él mismo en este vídeo.
Machismo en la Policía Local de Olesa de Montserrat
En el caso de las mujeres policías, se encuentran con un doble problema: el acoso laboral sumado a las situaciones de machismo que han vivido en la comisaría por parte de sus superiores. En ElCaso.com hemos hablado con dos de ellas y nos han explicado las terribles situaciones en las cuales se han encontrado por el hecho de ser mujeres: desde agresiones físicas por parte de un sargento hasta menosprecios, humillaciones y comentarios machistas por parte tanto del sargento como del resto de querellados.
Un sargento "psicópata y manipulador" denunciado por violencia de género
Una de las entrevistadas empezó a trabajar en Olesa de Montserrat hace más de 14 años y, unos años después, estableció una relación sentimental con uno de los cabos, que posteriormente fue sargento de la Policía Local. La agente, que ha querido preservar su anonimato, explica que lo ha denunciado por violencia de género: la relación que tenían era muy tóxica y ella lo describe como una persona psicópata y muy manipuladora. "Es un alcohólico, consume marihuana a diario y es una persona muy desequilibrada", explica la policía. De hecho, la situación era tan extrema que abandonó Olesa para ir a trabajar a Sant Cugat del Vallès y, para celebrar su nuevo trabajo, fue a tomar algo con sus nuevas compañeras de trabajo, una de las cuales fue la amante de su pareja, el sargento de Olesa de Montserrat.
La policía vivía con su pareja, el presunto maltratador, y, cuando ella llegó a casa, le preguntó por qué había llegado tan tarde y con quién había estado. Cuando ella le respondió que había ido a tomar algo con la mujer con quien él le había puesto los cuernos, la agredió físicamente: "Se levantó del sofá, me estranguló, me insultó y me tiró al sofá. Me quedé de piedra. No sabía qué estaba pasando. Tenía un porro en la boca y lo tenía tan cerca que casi me quema la nariz con el cigarrillo. Me dejó todo el cuello lleno de marcas", comenta la policía.
Un policía encubre al presunto maltratador
También ha aprovechado la ocasión para explicar que lo quería denunciar, pero que tenía mucho miedo: "Está obsesionado con las armas. Dormía con una pistola debajo de la almohada y pensaba que era capaz de dispararme". Aun así, sacó fuerzas para ir a comisaría a denunciarlo, pero el agente que la atendió le recomendó que no lo hiciera porque el sargento tenía muchos contactos y podría salir perjudicada y, en aquel momento, no lo denunció.
Fue años más tarde cuando decidió denunciarlo por los hechos: el sargento está acusado de un delito de violencia de género. "Curiosamente", el agente que encubrió al presunto maltratador al cabo de unos meses fue ascendido por el sargento que la policía quería denunciar, según explica ella misma.
El antiguo sargento "desaparece" sin decir nada cuando ratifican una querella contra él
Después de todos estos episodios de violencia, la agente estuvo trabajando en el cuerpo policial de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), pero se vio obligada a volver a Olesa de Montserrat porque se le acabó el contrato y se vio en la situación de que su presunto maltratador volvía a ser su superior, el sargento de la Policía Local del municipio. La situación era tan incómoda para ella que se marchó a trabajar a Castellar del Vallès (Barcelona), pero al cabo de un año también se le acabó el contrato y tuvo que volver a trabajar en Olesa de Montserrat. Tras pocos meses de incorporarse de nuevo en Olesa, de repente, el sargento desapareció del cuerpo sin decir nada y nadie les dio ningún tipo de explicación al resto de agentes. Con todo, sospechan que las denuncias por abusos sexuales y acoso que tiene esta persona podrían estar detrás de esta extraña "desaparición"
El nuevo sargento también está acusado de acoso laboral y abusos sexuales
Así pues, se incorpora un nuevo sargento al equipo: la mano derecha del antiguo sargento, que, poco a poco, empezó a adoptar las mismas dinámicas que el exsargento querellado, sometiendo a los agentes a un acoso laboral constante y, en el caso de algunas policías, se le sumaban abusos sexuales. Cuando las agentes afectadas decidieron denunciarlo todo al sindicato, la situación empeoró todavía más: abrieron expedientes disciplinarios a los delegados sindicales y a la policía que lo había denunciado todo. Todos los expedientes fueron archivados por falta de pruebas y, según explican las policías a ElCaso.com, eran expedientes llenos de mentiras y falsedades.
Denuncias y expedientes falsos por parte de los policías maltratados
Actualmente, el sargento le pide ocho años de inhabilitación y ha presentado una denuncia falsa contra ella, que actualmente se está tramitando en los juzgados, según explica ella misma. Así y todo, la policía asegura que tiene la conciencia tranquila y confía en que en el juicio todo salga bien y se destapen las presuntas mentiras de este nuevo sargento. La agente, tal como hemos comentado anteriormente, ha sacado las fuerzas para denunciar a su expareja y exsargento por un delito de violencia de género y, además, también ha denunciado al actual sargento de la Policía y a dos cabos por coacciones, ya que cuando dijo que quería hablar con los delegados sindicales, la coaccionaron para que no lo hiciera.
La pesadilla de ser mujer y cabo en la Policía de Olesa de Montserrat
Desgraciadamente, el caso de esta policía no es un caso aislado. En ElCaso.com también hemos entrevistado a otra policía, la única mujer cabo que hay en el cuerpo policial de Olesa de Montserrat, que, de manera anónima, también ha querido denunciar las situaciones de acoso laboral y de discriminación que ha vivido en la Policía Local por el hecho de ser mujer y tener un cargo de poder. De hecho, en dos ocasiones diferentes se presentó para ser sargento y los comentarios de sus compañeros eran: "¿Una mujer sargento? No se lo cree ni ella".
Insultos y desprecios constantes
Pero estos comentarios tan despectivos y machistas no son nada en comparación con el infierno que ha vivido en esta comisaría: "Iba a trabajar con miedo. He llegado a tener crisis de ansiedad, me han gritado, me han hecho llorar y me han hecho el vacío de manera constante", explica la cabo. Igual que el resto de sus compañeros, sufría un acoso laboral continuado: los insultos y los menosprecios eran una constante en su día a día en esta comisaria.
De hecho, le abrieron un expediente disciplinario y estuvo suspendida de trabajo y salario durante tres meses, una medida que, según su testimonio, considera injusta y, por este mismo motivo, ha denunciado los hechos: el juicio es el próximo mes de julio. Esta agente hace más de 18 años que trabaja como policía y, a lo largo de casi dos décadas, nunca había tenido ningún problema con nadie, sólo con estos agentes que, "curiosamente", tienen problemas con casi todos los policías veteranos de Olesa de Montserrat.
Además, las dos mujeres policías entrevistadas coinciden en que, aparte del acoso laboral, los desprecios y humillaciones hacia las agentes de la Policía Local son constantes: las desprecian y sienten que se tienen que hacer valer más que los hombres para conseguir ser tratadas con igualdad. "Esta tendría que trabajar en el supermercado. Esta otra es una maruja y aquella otra una puta que se la ha follado todo el mundo. No vale para nada", son algunos de los muchos comentarios machistas y clasistas que han escuchado por parte de algunos de sus compañeros hombres.
Otro agente amenazado por sus superiores
Otro agente, que ha querido preservar su anonimato, explica que, a causa del acoso laboral al cual ha sido sometido durante años, se ha visto obligado a cambiarse de comisaría, ya que vivía bajo una amenaza constante de algunos de sus superiores. Al principio, empezó con insultos, que poco a poco fue normalizando, pero el maltrato fue en aumento y que, igual que otro compañero de trabajo, le intentaron abrir un expediente cuando sus superiores se dieron cuenta de que estaba utilizando material de la comisaría para una reivindicación sindical contra ellos.
Además, explica que no es un caso aislado y que es el modus operandi de los presuntos acosadores, que cuando ven que los policías intentaban tomar acciones legales para acabar con el acoso laboral, les abrían expedientes disciplinarios para amenazarlos y, de hecho, les dejaban notas en las taquillas diciendo: "El próximo serás tú". El agente ha aprovechado la ocasión para explicar que algunas veces ha tenido que ayudar a sus compañeras de trabajo, que además de sufrir acoso laboral, también sufrían acoso sexual por parte de algunos superiores y, de hecho, ya han presentado varias querellas para denunciarlo.
Los delegados sindicales amenazados y coaccionados por sus superiores
Dos agentes de la Policía Local de Olesa de Montserrat, los dos de baja desde el mes de septiembre por culpa del acoso laboral, han explicado la terrible experiencia que han vivido en esta comisaría como delegados sindicales. Todo empezó cuando dos policías, una de ellas entrevistada en esta noticia de ElCaso.com, se dirigieron a ellos para alertarles de la situación que estaban viviendo en el trabajo: como muchos agentes de este cuerpo, estaban sufriendo acoso laboral y abusos sexuales por parte de algunos de sus superiores. Estos dos agentes, como delegados sindicales, activaron el protocolo antiacoso y fue a partir de este momento cuando empezaron todos los problemas con sus superiores, problemas que no habían tenido nunca en 30 y 11 años de experiencia como policías.
Los policías están con un tratamiento psiquiátrico por una depresión ocasionada por los hechos
Cuando los acusados se dieron cuenta de que estaban tramitando estas quejas por acoso, les empezaron a hacer la vida imposible y les abrían expedientes informativos y disciplinarios llenos de mentiras que, finalmente, acababan siendo archivados por falta de pruebas. De hecho, los acusados utilizaron a un agente en prácticas para denunciarlos falsamente, pero finalmente el agente en cuestión se arrepintió y les confesó a los delegados sindicales que había sido utilizado por su superior para acusarlos en falso.
Además, desde que los querellados supieron que los estaban investigando, les empezaron a hacer la vida imposible en el trabajo e, igual que otro agente que ha explicado su testimonio anteriormente, también les dejaron notas amenazadoras en las taquillas, según explican los dos policías, que se encuentran en tratamiento psiquiátrico a causa de una depresión que sufren por el acoso al cual han sido sometidos.
Se los quieren quitar de encima porque conocen los trapos sucios de los sargentos y de los cabos
¿Pero cuál es el interés que hay detrás de los sargentos y de los cabos querellados para hacer la vida imposible a los policías veteranos de Olesa de Montserrat? Según explican los agentes a ElCaso.com, todo esto lo están haciendo porque ellos conocen todos los trapos sucios de los sargentos y cabos denunciados y no les interesa que la verdad salga a la luz. De hecho, la situación es tan extrema que tienen que ir a trabajar con grabadoras para poder demostrar a los juzgados los presuntos delitos que denuncian en las tres querellas presentadas, que están a la espera de ser ratificadas.
El caso está en manos de los juzgados
Así y todo, han reunido fuerzas para denunciarlo y el caso está en manos de los juzgados, ya que el Ayuntamiento, a pesar de ser conocedor de la situación, según ellos, no les ha propuesto soluciones factibles para acabar con este acoso laboral y abusos sexuales que sufren en el cuerpo policial. Además, también han explicado que los policías denunciados han cometido muchos más delitos que los que aparecen en la querella, pero que como no tienen pruebas más allá de su propio testimonio, no tienen modo de poder demostrarlo.
El caso se encuentra en manos de los juzgados y hay que esperar a la resolución judicial para saber si finalmente, tal como explican los agentes entrevistados, los cabos y sargentos denunciados son acusados de los delitos de acoso laboral y abusos sexuales.
La versión del Ayuntamiento de Olesa de Montserrat
ElCaso.cat se ha puesto en contacto con el consistorio que han asegurado "que está activado el protocolo regulado expresamente al vigente Reglamento interno de nuestro Ayuntamiento para la prevención, la detección, la actuación y la resolución de situaciones de discriminación y acoso, a los efectos de comprobar la veracidad y entidad de los hechos denunciados". "En función del resultado definitivo de las investigaciones practicadas por parte de los organismos competentes, este Ayuntamiento adoptará las medidas que sean adecuadas en este caso", aseguran desde el Ayuntamiento de Olesa de Montserrat
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