El camino hacia el final de la pandemia es alargado y lleno de curvas. La amenaza de variantes nuevas y más infectivas o resistentes del coronavirus está poniendo en jaque hasta a los países que más han vacunado a su población.

Así está ocurriendo en el Reino Unido, donde la alarmante expansión de la variante india -el jueves pasado se anunció un incremento del 160% respecto a la semana anterior- ha llevado al Gobierno capitaneado por Boris Johnson a pedir que no se viaje ni se salga de las áreas más afectadas por esta cepa salvo que sea imprescindible.

Esta recomendación afecta a Bolton, Kirklees, Burnley and Darwen y Burnley en el centro de Gran Bretaña y de Leicester, Hounslow (Londres), Bedford y North Tyneside. Además,  también se pide evitar reuniones en interiores y mantener una distancia de dos metros para frenar los contagios.

La publicación de estas directrices -que no tienen rango de ley- en la web del NHS sin avisar a las autoridades de las zonas afectadas ha provocado críticas tanto de alcaldes como del jefe de la oposición el laborista Keir Starmer, que ha pedido a Johnson que clarifique "rápido" los cambios.

En el segundo país con mayor porcentaje de población vacunada con al menos una dosis  -el 56% de la población y el 72,3% de los adultos, solo Israel ha vacunado más- la variante india está sustituyendo a la británica al frente del nicho ecológico en varias zonas

Por el momento, el Gobierno británico ha detectado más de 5.000 casos de esta cepa del virus solo en Inglaterra y en lugares como Bolton, Blackburn o Bedford esta variante ya está detrás de la mayoría de los nuevos casos.

Sin embargo, pese al preocupante avance de esta cepa, el Reino Unido mantiene, por el momento, cifras muy bajas de incidencia de coronavirus. Según datos del NHS, en el último día se han notificado apenas 2.439 casos en todo el país, aunque los contagios han crecido un 17% respecto a la semana anterior.

Asimismo, el número de muertes causadas por el patógeno sigue cayendo en picado. En los últimos siete días apenas 40 personas han muerto por coronavirus, un 46,7% menos que la semana anterior.