La crisis sanitaria ha acelerado el desuso de monedas y billetes. Según una encuesta nacional sobre el uso del efectivo publicada por el Banco de España con datos de 2020, solo el año pasado el empleo de este método de pago se desplomó del 53% al 35,8%, aunque la caída se ve con mucha mayor claridad si se tiene en cuenta que en 2014 ese porcentaje rozaba el 80%.