La Barceloneta sale a la calle para insistir en el cierre nocturno de la playa más allá del toque de queda
El barrio vuelve a manifestarse este jueves tras "tres meses en los que Sant Joan es prácticamente todas las noches"
En los últimos días algunos vecinos han pasado a la acción, lanzando cubos de agua desde los balcones a los incívicos
"No nos detendremos porque se impongan unos días de toque de queda; el problema seguirá cuando termine", advierten
Unas chicas se hacen un selfi mientras están de fiesta en la playa de la Barceloneta, de madrugada. /
Su demanda es clara: piden a la alcaldesa que cierre las playas de la ciudad de noche. "Entre las doce y las seis de la mañana, todo el año, más allá de la pandemia", señalan desde la plataforma La Barceloneta Diu Prou. Es la única solución que, hoy por hoy, ven al problema de los botellones, que les está “quitando la vida”. Se lo pidieron cara a cara, en una reunión que mantuvieron con la propia Ada Colau y con el concejal del distrito, Jordi Rabassa, tras las primeras movilizaciones vecinales de este segundo verano pandémico.
Este jueves a las siete de la tarde volverán a salir a la calle agotados; "cansados de no poder dormir, ni vivir". La situación ha llegado a tal extremo que algunos vecinos han optado por ahuyentar a los incívicos que se desgañitan -y bailan y orinan...- bajo sus balcones lanzándoles cubos de agua desde los mismos. “Es la estrategia de la desesperación. Yo no hablaría de patrullas ciudadanas, porque no lo son; pero sí es vigilancia de balcón, pero es que la gente no puede más. No puede más. La situación se ha vuelto insostenible”, señala una vecina, a quien un vecino le explicó que, para ahorrarse tener que llenar los cubos, se compró directamente una manguera. El problema vino cuando, cómo pasa cuando los operarios municipales riegan las playas, los ‘fiesteros’ se pusieron a bailar debajo del chorro, lo que hizo aumentar la indignación vecinal, sobra decirlo.
Los miembros de la Plataforma La Barceloneta diu Prou -convocantes de la nueva protesta- describen lo vivido en los últimos meses como "un Sant Joan diario". Al principio era sobre todo los fines de semana, pero, con la entrada del verano, es ya todos los días. Lo que ha colmado la paciencia de los vecinos es, además de los ruidos y la incapacidad para descansar en sus propias casas, la falta de respeto y el descaro mostrado por muchos de los jóvenes que participan en los botellones.
El problema de los 'bicitaxis'
Protesta contra el incivismo y los botellones, el pasado 30 de junio.
/Además del cierre de la playa -que tienen claro que es LA medida-, piden, por ejemplo, que los 'supermercados de conveniencia' cierren a las ocho de la tarde para evitar que llamen (y alimenten) a los botellones. Piden también que se controlen los 'bicitaxis', otro de los focos del problema: "Los bicitaxis llevan de todo, música a toda castaña; pero también venden alcohol. En el asiento llevan neveras y todo, para que los turistas se beban las cosas fresquitas. Ellos van evolucionando, pero a nosotros nos van fastidiando cada día más", prosiguen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario