Hace justo un mes, los españoles estrenábamos por segunda vez la vida postpandemia sin tener que ir con mascarilla en espacios exteriores poco concurridos. Hacía casi dos meses que se había levantado el estado de alarma y, gracias a la vacunación, la situación parecía más o menos controlada. España había abierto sus puertas al turismo internacional con una incidencia de 100 casos por cada 100.000 habitantes y con poco más del 2% de las camas de los hospitales ocupadas por enfermos de Covid y el 6,92% de las UCIs, lejos del crítico 25%.