406 agentes de la Guardia Urbana, de baja por agresiones
En cinco años, 406 agentes de la Guardia Urbana han estado de baja laboral por agresiones en Barcelona. En concreto, estos policías han acabado lesionados mientras practicaban alguna detención o realizaban otros servicios entre enero de 2016 y diciembre de 2020, según los datos del Ayuntamiento de Barcelona a los que ha tenido acceso Metrópoli. Uno de estos ataques fue una pedrada en el ojo de un guardia durante una operación contra el top manta en la plaza de Catalunya en diciembre de 2017.
Los guardias urbanos resultaron heridos por haber estado en contacto en directo con la persona detenida. En la documentación se describen los principales motivos que acabaron con el funcionario público en tratamiento médico y que son resistencia activa, golpes y patadas, empujones, atropellos, caídas encima del policía, aplastamiento y torceduras al darse de bruces con el suelo y forcejeos. Los agentes también han resultado heridos por agresiones en controles de alcoholemia y accidentes con personas heridas.
De los 406 policías atacados y con baja laboral, 136 pertenecían a la unidad nocturna (cuatro equipos), 50 de ellos pertenecían a la unidad de Ciutat Vella, 40 a la unidad del Eixample, 37 a la comisaría de Sant Andreu y 32 a la de Sant Martí. Otros datos de interés son que 29 de los agentes son de la UREP (Unidad de Refuerzo de Emergencias y Proximidad), la antigua unidad antidisturbios, y 15 son de tráfico.
Un detenido por robo con esposas / GUARDIA URBANA
2.240 ACCIDENTES DE TRABAJO CON BAJA EN CINCO AÑOS
A estos miembros de la Guardia Urbana hay que añadir otros seis que resultaron heridos en intervenciones fuera de servicio y tuvieron que acabar solicitando la baja laboral. El mismo balance informa que desde enero de 2016 hasta diciembre de 2020, los policías locales que han sufrido algún tipo de accidente de trabajo durante la jornada laboral y han acabado cogiendo la baja son 2.240.
Paralelamente, la documentación a la que ha tenido acceso este medio revela que entre 2015 y 2021, la Guardia Urbana ha abierto 1.004 atestados por atentados contra agentes de la autoridad. La mayoría de los partes policiales son de la comisaría de Ciutat Vella (434), a la que siguen Eixample (161), Sant Martí (104), Sants-Montjuïc (77), Sant Andreu (65) y Nou Barris (60).
SILENCIO CÓMPLICE
Según Eugenio Zambrano, secretario de Organización de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) y agente de la Guardia Urbana, estos datos hablan por sí solos "y el Ayuntamiento, con su silencio, al no condenar las agresiones públicamente, es cómplice de las mismas", afirma el policía. Y añade: "El silencio alimenta el odio a la policía que tan necesitada está de ese apoyo institucional que no llega". Para Zambrano, el apoyo institucional a la Guardia Urbana es imprescindible para reforzar el "principio de autoridad que el propio gobierno municipal ha debilitado".
CSIF denuncia la falta de recursos, tanto humanos como materiales, de los agentes para trabajar, lo que se traduce en una mayor inseguridad. Entre la falta de herramientas para hacer frente a la violencia y al aumento de delitos, los sindicatos policiales reclaman las pistolas Taser, lanzadoras, esprays de pimienta y cámaras unipersonales, recuerda ahora Zambrano. CSIF afirma que el pasado 19 de septiembre, durante el turno de mañana, la presencia de patrullas en las calles de Ciutat Vella era prácticamente inexistente.
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