La erupción del Cumbre Vieja iniciada este domingo en la isla de La Palma ha ocurrido tal y cómo habían previsto los geógrafos, lo que ha permitido afrontar un desalojo ordenado de los vecinos de las localidades más próximas.

Sin embargo, la evolución en las últimas horas de las reservas de magma en la corteza y de la lava que circula por la superficie plantea incógnitas y riesgos que incluyen la emanación de gases tóxicos, nubes de ceniza, contaminación de las aguas subterráneas y explosiones en el mar.

Eduardo Suárez, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional, con base en Tenerife, ha explicado a 20minutos que la erupción del Cumbre Vieja, la primera en 50 años en Canarias, ha ocurrido tal y como estaba prevista. Según Suárez, "ha sido de libro por unos precursores que coinciden con lo que esperábamos: sismicidad, deformación, gases... Se ajusta a las erupciones previas en La Palma, que son basálticas, con una primera fase estromboliana, de gran explosividad"

Columna eruptiva de 400 metros de altura

La erupción surge a partir de una primera fisura, de unos 300 metros, por donde se ha roto el terreno, y la lava mana por un número de bocas que va variando desde que comenzara la erupción. "Empezaron siendo cinco bocas, llegaron a siete, pero pueden haber bajado a lo largo del proceso eruptivo, porque la lava fluye por donde le es más fácil".

Eso sí, los expertos del IGN no esperan que la lava "vaya a migrar de esa zona" y coinciden en que se quedará en la ladera oeste del Cumbre Vieja, donde ya ha arrasado centenares de propiedades (casas, fincas y bodegas).

La fisura ha permitido la salida explosiva de una columna eruptiva, que es la zona donde más altura coge la lava, que produce un rugir constante. Una columna de ceniza que pudo superar este domingo los 400 metros de altura en el punto en el que se está construyendo lo que se conoce como cono volcánico.  

Una erupción sin final a la vista

Los expertos habían calculado que la despensa de magma del Cumbre Vieja es de unos 11 millones de metros cúbicos. Ahora, ese volumen de lava de la corteza se está recalculando al alza "por como se ha liberado, por la deformación del terreno y por cómo evoluciona", explica el sismólogo del IGN, Eduardo Suárez. Sin embargo, nadie se atreve a aventurar cuánto tiempo estará manando magma. "No podemos decir cuánto va a durar ni cuándo va parar".

Hasta 9.000 toneladas de gas al día

Los expertos advierten de la peligrosidad de los gases que emanan del volcán de La Palma. Y previenen de acercarse a las coladas, o ríos de lava. "Hay que tener cuidado porque en la anterior erupción en La Palma fallecieron dos personas por inhalación de gases tóxicos". 

Los gases que emite son Co2, azufre, vapor de água y ácido sulfhídrico. Se estima que se emitirán entre 6.000 y 9.000 toneladas de gases por día. El propio presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha señalado este lunes que el volcán ha emitido más de 20.000 toneladas de dióxido de azufre.

Sobre los ríos de lava, o coladas, Suárez explica que, tal y cómo se esperaba, "están siendo muy viscosas, lo que hace que tengan una caída no muy rápida no muy fluida, va avanzando poco a poco". En concreto la velocidad a la que avanza se estima que son 700 metros a la hora. 

Explosiones en el mar 

Desde el Instituto Geográfico Nacional advierten de la contaminación de aguas subterráneas en la zona, que se verán afectadas por gases emanados del volcán y harán inservibles las reservas de agua potable. También alertan de la caída de cenizas a más de dos kilómetros de distancia de la zona de la erupción volcánica. 

El principal problema que encuentran los expertos es que, dada la topografía abrupta de la isla, al ser muy empinada, la lava podría llegar hasta el mar. Si esto ocurre "el fenómeno puede ser explosivo por la temperatura de la lava (1075 grados) en contacto con el mar. Si se tiene en cuenta que la temperatura de ebullición son 100 grados, terminará siendo explosivo", advierte Suárez. Y, si toca el mar, además de explosividad, "uno de los principales riesgos es la emisión de gases, tanto del vapor de agua a altas temperaturas como gases con cloro"

En cuanto a los incendios forestales que se pueden producir por los piroclastos --fragmento sólido de material volcánico expulsado a través de la columna eruptiva y arrojado al aire durante la erupción volcánica--, desde el Gobierno canario informan de que estos "son tremendamente peligrosos para el medio ambiente" al estar en un parque natural pero se han activado "todos" los mecanismo aéreos y humanos para prevenir cualquier incendio.

De momento, no se ha producido ningún incendio forestal aunque ha admitido de que "hay mucho riesgo" de que ocurra, de ahí que esté activada la Unidad Militar de Emergencias (UME), así como todos los medios aéreos, unas 80 personas dispuestas para cualquier eventualidad, las brigadas forestales y los bomberos de otras islas, por tanto, "todos" los efectivos en La Palma ayudando