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La MISTERIOSA TUMBA PERDIDA de ALEJANDRO MAGNO | La HISTORIA REAL del GRAN ENIGMA de la ARQUEOLOGÍA
La ubicación de la tumba de Alejandro Magno es uno de los grandes misterios de la arqueología. En este documental en español os cuento la historia real de la muerte del gran conquistador Alejandro Magno, rey de Macedonia, cuyo imperio se expandió desde Grecia hasta el Himalaya, incluyendo Egipto y Mesopotamia. ¿Cómo murió Alejandro Magno? ¿Qué paso con su cadáver? ¿Dónde se encuentra la tumba de Alejandro? ¿Estará en Alejandría? #historia #arqueologia #misterio Como todos sabemos, Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno, fue uno de los grandes conquistadores de la historia. Nombrado rey a los 20 años, falleció poco antes de cumplir los 33. Pero en los escasos trece años que duró su reinado, logró crear un imperio gigantesco que se extendía desde Grecia hasta el Himalaya, incluyendo Egipto, Persia y Mesopotamia. Su política de expansión era inclusiva: fomentaba la integración de los pueblos conquistados, permitiéndoles que se incorporaran a su ejército y promoviendo los matrimonios interculturales. Él, de hecho, se casó con dos mujeres de la nobleza persa y con una noble bactriana, Roxana, madre de su único hijo legítimo. En el año 323 antes de Cristo, Alejandro se encontraba en la capital de su imperio, la ciudad de Babilonia, que se abastecía de agua gracias al río Éufrates. En mayo, comandó una flotilla por los pantanos cercanos para inspeccionar el sistema de canales y es posible que alguno de los miles de mosquitos que infestaban la zona picaran al rey macedonio y le transmitieran alguna enfermedad, como la malaria. No se sabe. Lo que sí narran las crónicas es que el 31 de mayo, tras una fiesta nocturna, Alejandro se desmayó con fuertes dolores en la espina dorsal y en las articulaciones; además, tenía mucha fiebre. Durante casi dos semanas, se mantuvo en un estado febril intermitente, que empeoraba por las noches y mejoraba durante el día. Finalmente, su estado de salud se deterioró mucho y acabó falleciendo a mediados de junio en el palacio de Nabucodonosor II. Según Quinto Curcio Rufo, el deseo de Alejandro, poco antes de morir, había sido que lo enterraran en Egipto, concretamente en el templo del oráculo de Amón, en el oasis de Siwa, ya que una década antes había visitado el lugar y el oráculo le había confirmado lo que él ya intuía: que era un ser divino y el legítimo faraón de Egipto. Pero, sobre todo, Alejandro odiaba la idea de que lo enterraran junto a su padre y sus demás antepasados en el cementerio de los reyes macedonios, situado en Egas, la capital original de Macedonia. Sin embargo, su deseo no se vio cumplido. Pérdicas sabía que, si enviaba el cadáver a Egipto, eso aumentaría el poder de Ptolomeo, otro general de Alejandro, que por aquel entonces ejercía como gobernador de Egipto. Además, la madre de Alejandro Magno, Olimpia, que vivía en Macedonia, había reclamado a Pérdicas el cadáver de su hijo para poder enterrarlo en el cementerio real. Y a Pérdicas le interesaba ganarse el favor de Olimpia de cara a ser reconocido como el sucesor legítimo de Alejandro. Así que, casi dos años después de su muerte, a finales del 322 o comienzos del 321 antes de Cristo, el cadáver de Alejandro Magno fue introducido en un sarcófago antropomórfico lleno de miel que, a su vez, se colocó dentro de un ataúd de oro. Además, se construyó un colosal catafalco para transportarlo hasta Macedonia.
Soy Raquel de la Morena, escritora de romances históricos
https://youtu.be/89Ld1Vlan7I
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