A primera vista parece una linterna corriente, pero es capaz de realizar una potente descarga eléctrica. Las armas Taser disimuladas en objetos de uso cotidiano también se esconden en carcasas de móviles, mecheros y petacas. Son algunos de los dispositivos que los agentes de la Guardia Urbana se encuentran en las calles de Barcelona. Una arma sigue prevaleciendo en los cacheos por encima de otras: la navaja. Su presencia ha aumentado en los últimos años, avisan los sindicatos policiales.
Los guardias que patrullan por la Zona Franca requisan habitualmente armas blancas en los alrededores de la plaza del Nou, uno de los principales puntos de venta de droga de la urbe. "Cada dos o tres días nos encontramos alguna en botellones, peleas o en controles", comenta un agente que trabaja en esta trama urbana trufada de polígonos industriales. "Muchos dicen que la llevan para el bocata o por si se les estropea el coche. En algunos casos te lo crees, en otros no", explica el policía.
SANCIONES DE 300 EUROS
El artículo 5 del Reglamento de Armas en España es claro. Prohíbe una gran variedad de armas de fuego cortas y largas, así como cuchillos, machetes y otras armas blancas "que formen parte de armamentos debidamente aprobados por autoridades u organismos competentes". Sí está permitido llevar navajas con hojas inferiores a 11 centrímetros, medidos desde el reborde o tope del mango hasta el extremo. La Ley también prohíbe llevar alarmas y señales y los sprays de defensa, habituales sobre todo entre las mujeres.
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