El incendio de la nave de Vilassar destapa la precariedad de los “hoteles okupas”
Trece personas pagaban un alquiler al propietario para poder residir en el edificio, situado en la Via Octaviana de esta localidad del Maresme
El incendio de la nave de Vilassar de Mar (Barcelona) ha destapado la alarmante situación de las familias que allí malvivían. Un edificio que este lunes acabó calcinado y que servía como vivienda para las 13 personas que lo habitaban. Dos de ellas tuvieron que ser atendidas por inhalación de humo a raíz de un fuego cuyas causas todavía se investigan. Según explican fuentes municipales a Crónica Global, se trata de cuatro parejas y un hombre que compartían el inmueble, dividido en “pequeñas salas” o trasteros por los que pagaban 300 o 400 euros mensuales al propietario. Un dueño que “se aprovechaba de los más necesitados y les alquilaba un espacio indecente para vivir” en los "hoteles okupas", añaden los mismos interlocutores.
Aunque se desconoce cuánto tiempo podrían llevar viviendo ahí --a la altura del número 37 de la Via Octaviana-- todo apunta a que hacía más de un año. Las mismas fuentes aseguran que se trata de “familias asentadas”, con unas rutinas establecidas. “No son gente de paso. Algunas, incluso, tienen sus trabajos”.
El ayuntamiento dice que no sabía nada
El alcalde de esta localidad, Damià del Clot (ERC), dice que no sabía nada. Lo ha explicado el consistorio a través de un comunicado, en el que asegura que desconocían que ahí vivían estas personas. Si tras la investigación --que llevan a cabo los Mossos d’Esquadra-- se determina que se ha dado “una situación de abuso sobre personas en situación de vulnerabilidad”, el ayuntamiento se personará como acusación popular contra el propietario de la nave.
Así se lo ha trasladado Del Clot a los partidos de la oposición (Junts, PSC y Ciudadanos), después de que éstos últimos hayan solicitado una junta de portavoces urgente para tratar la cuestión que ha escandalizado al pueblo. Al equipo de gobierno no le constaba ninguna denuncia por parte de los vecinos, según ha explicado en dicha reunión. Tampoco ningún expediente urbanístico ni ningún permiso de obras.
Los vecinos avisaron al consistorio
Este dato contrasta con lo que explican los vecinos, quienes aseguran que hace tres años lo pusieron en conocimiento del alcalde y que, “cada dos por tres, los veían haciendo obras”.
“Explicamos la situación porque veíamos que empezaban a proliferar viviendas indignas, las cuales se alquilaban a familias con pocos recursos en la calle Sant Mateu y alrededores”.
Emergencia habitacional
Desde los Servicios Sociales del ayuntamiento ya se ha identificado a las 13 personas que residían en la nave. Actualmente están alojadas en distintos puntos de esta localidad catalana hasta que se les pueda dar “una solución habitacional”. Dos matrimonios están instalados en un hotel, otros dos en una vivienda social del consistorio y otros dos, junto a otro hombre, se han ido a vivir de forma temporal con conocidos.
Las mismas fuentes municipales apuntan que, a los asuntos sociales, sí que les constaba alguna de estas personas, que previamente habían pedido ayuda.
"Se veía venir"
Los partidos de la oposición han pedido explicaciones al Ejecutivo y le han preguntado si tienen localizadas otras naves con características similares. “No hay constancia”, ha sido de nuevo la respuesta.
Sin embargo, los vecinos sí que conocían este caso. De hecho, aseguran que se trataba de un secreto a voces en el barrio. “Todo el mundo sabía lo que había ahí. Esto se veía venir”. A pesar de eso los vilasarenses no se atreven a denunciar. No por miedo, aseguran, sino “porque no quieren líos”.
No es un caso aislado
Lamentablemente, el incendio en Vilassar de Mar no es un caso aislado. De hecho, el día 30 de enero se desató otro en la parte superior de un hotel abandonado y okupado en Lleida, el antiguo Ilerda. Pero hay más. El incendio de una nave en la calle Guifré de Badalona a finales de 2020 --bajo el mandato de Xavier García Albiol--, donde residían de forma ilegal unos 200 inmigrantes, de los cuales cuatro fallecieron. Tras el suceso, muchos de ellos se trasladaron a otra nave del mismo barrio del Gorg y que ha sido desokupada recientemente por el nuevo gobierno socialista.
Una tragedia similar sucedió en un local okupado de la plaza Tetuán de Barcelona, en el que también murieron cuatro personas --entre ellas, dos menores de edad--, que no pudieron escapar de las llamas que consumieron la antigua oficina bancaria donde malvivían.
Preocupa el aumento de las okupaciones
Una situación preocupante similar es la que se vive en el Maresme con las okupaciones. El caso más "escandaloso" es el de Mataró. Durante el 2021 se registraron 573 okupaciones y 192 tentativas de usurpación, según el ayuntamiento de esa localidad. Son datos que han alarmado al alcalde, David Bote (PSC), quien lleva tiempo solicitando una reunión al conseller de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, para explorar una solución que acabe con viviendas precarias que demasiadas veces protagonizan sucesos.
Bote reclama "un cambio de legislación, que se investiguen las redes que hay detrás de las okupaciones y que se creen juzgados especiales para estos casos". Según un comunicado reciente del Ayuntamiento de Mataró, la Generalitat se ha comprometido a "intensificar las líneas de investigación para combatir y desactivar" a estas mafias.
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