El módulo más peligroso de la prisión de Asturias ha vivido este martes uno de los episodios más violentos que se recuerdan tras sus barrotes. La reacción airada de un recluso al llegar tarde al reparto de metadona ha derivado en un conato de motín, que se ha saldado con tres funcionarios heridos y un puñado de presos implicados en la pelea.

Siendo el segundo incidente violento en los últimos quince días, lo sindicatos no han tardado en reivindicar condiciones más seguras para los trabajadores del centro penitenciario del Principado.

El transcurso de la pelea: un puñetazo enciende la mecha...

Al filo de las diez de la mañana un interno se ha dirigido "violentamente" hacia uno de los funcionarios solicitando su medicación "en estado de máxima excitación y sin atender a razones ni órdenes", han explicado fuentes consultadas por la SER.  

A continuación, cuando los trabajadores procedían al traslado del reo al departamento de aislamiento, este se ha zafado de la seguridad y ha propinado un fuerte puñetazo en la cara a uno de los funcionarios. Ingobernable, el interno ha seguido golpeando al agente en el suelo, llegando a provocarle heridas suficientemente graves como forzar su ingreso en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Pero esto no ha sido todo. El ruido de los puñetazos y las patadas ha llegado a oídos de un grupo numeroso de reclusos que se ha agolpado entre insultos y amenazas en entrada al lugar de los hechos. La turba ha comenzado a golpear la puerta que los separaba de los funcionarios con tal fuerza que han logrado acceder a la escena donde ya estaba retenido el violento.

Se trataba de "gente muy violenta con distintos perfiles. Un cajón desastre, una amalgama de internos, un cóctel peligroso", ha descrito a posteriori el representante del CSIF, Luis Miguel López.

Por fortuna, los agentes han logrado frenar el paso a los insurgentes y devolver la paz a la prisión. 

Reclaman seguridad

Los trabajadores del centro penitenciario denuncian que no es la primera vez que ocurre un suceso de éstas características en la cárcel asturiana. El último levantamiento tuvo lugar el pasado 2 de febrero, cuando dos internos del módulo de aislamiento provocaron heridas a varios trabajadores. Y "habrá más agresiones si no se soluciona el problema del envejecimiento de la plantilla y la falta de personal”, auguran los profesionales.

CCOO ha apuntado, al respecto, que "a pesar de las continuas manifestaciones del Ministro del Interior y del Secretario General de Instituciones Penitenciarias respecto a la reducción de las agresiones al personal penitenciario, la realidad se ocupa de desmentirles casi a diario".

Para el sindicato, "además de las causas de las agresiones en prisiones, en el caso de la cárcel de Asturias se ven agravadas por la falta de personal y de clasificación interior, que desde el equipo de la Dirección no parece sean capaces de resolver". 

En la misma línea, López ha apuntado que hay 90 plazas vacantes en la plantilla  y no existe una “verdadera y eficaz” clasificación interior de los reclusos, así como una formación de calidad para que los trabajadores del centro posean las herramientas suficientes para atajar futuros enfrentamientos.