Los secretos del Bagdad, la sala más ardiente de Barcelona
El histórico local de sexo en directo ha levantado de nuevo la persiana después de 23 meses a causa de la pandemia. Es la primera vez en 47 años que ha estado cerrado salvo Navidad y Año Nuevo.
"La gente se impacta de la interactividad entre los artistas porno y el público del Bagdad", afirma su propietaria, Juani de Lucía, pero deja claro que "lo que pasa en Bagdad se queda en el Bagdad". La maestra de este local mítico tiene las cosas claras y habla sin pelos en la lengua. "Aquí vemos que se ha avanzado mucho y que no hay trabas, el sexo es para disfrutarlo. Pero yo hay un lugar para cada cosa, y una edad". Esta afirmación sigue vigente desde los inicios de la sala, ahora hace 47 años.
El Bagdad es un local histórico. Abrió en 1975, cuando "la gente no había visto un pezón, un pubis, un desnudo integral, un pene... Todo aquello impactaba", relata Juani de Lucía en el programa 'Vía 15'. Poco después, ella y su marido decidieron ir más allá: "Es el primer lugar donde se pudo ver cómo se practicaba sexo en directo del estado. Nos remontamos al año 1976, justo después de salir de una dictadura". El público asistente son hombres, mayores de 25 años, de clase media-alta. También "vienen muchas mujeres con sus parejas y participan en el espectáculo en directo frente al resto del público".
La gente se impacta de la interactividad entre los artistas porno y el público del Bagdad "
De los jardines al faquir del Bagdad
El nombre de la sala proviene del antiguo baile Los Jardines de Bagdad, un lugar "típico y distinguido" según la publicidad de la época, que había sido propiedad del marido de la Bella Dorita. La famosa reina del Paralelo la transformó años después en un tablao flamenco, La Bodega del Toro, y Juani de Lucía y su marido la compraron para convertirla en la sala porno que se conserva hasta hoy, manteniendo su estructura y cierto aire mudéjar.
Algunos de los artistas que han pasado por el Bagdad han dejado mucha huella, con personajes que forman parte de los recuerdos inesborrables de la historia de la sala. "Tuvimos un número de un faquir que se alargaba el miembro, lo atravesaba con un estilete y se colocaba una campana de 30 kilos", recuerda la propietaria.
¿Y después de la pandemia?
"Para nosotros es fundamental que haya eventos que atraigan a mucha gente a Barcelona", dice Juani de Lucía, y pone como ejemplo un Barça-Madrid, la Fórmula 1, un Salón Náutico o "un congreso importante de médicos". Y reconoce que un 40 % de la facturación del local se mantiene por las ferias y congresos que se hacen en la ciudad.
Después de 23 meses cerrados a causa del coronavirus, afrontan el futuro con un poco de "miedo e incertidumbre". Afirma De Lucía que "afortunadamente las 35 personas que están en plantilla han estado en ERTO" y ella, con "mucho sacrificio, esfuerzo y mucho dinero, ha podido mantener el local". Reabrió a finales de febrero del 2022 y "a ver si conseguimos que el Bagdad y Barcelona recuperen lo que habían sido antes de esta maldecida pandemia".
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