Misiles hipersónicos en la guerra de Ucrania: cómo es el 'Kinzhal', el arma rusa que puede llevar ojivas nucleares
El pasado sábado Rusia confirmó el uso de un misil hipersónico 'Kinzhal' por vez primera desde el comienzo de su invasión de Ucrania. El ejército ruso se sirvió de uno de estos proyectiles para destruir un arsenal ucraniano subterráneo en el suroeste del país. Estamos hablando ya de armas del más alto nivel.
El 'Kinzhal' (daga, en ruso) es un arma estratégica y es nueva. De hecho, nunca había sido usado en un contexto de combate real. Este misil entró en servicio en diciembre de 2017 y fue presentado por Vladimir Putin en marzo de 2018 como una de las seis nuevas armas estratégicas rusas. Eso da cuenta de su importancia y sofisticación.
Se ha dicho que Rusia no estaba utilizando contra Ucrania lo más moderno de su arsenal, pues con este misil hipersónico ya lo ha hecho. Es un arma avanzada, muy avanzada. Por algo, el ejército ruso presume de tener un misil que es capaz de burlar el escudo antimisiles estadounidense.
El Kh-47M2 'Kinzhal' es un misil balístico de lanzamiento aéreo con capacidad nuclear. Puede transportar ojivas nucleares y convencionales, y alcanza velocidad Mach 10 (unos 12.300 km/h). Se llama hipersónica a la velocidad a partir de Mach 5 (que equivale a más de cinco veces la velocidad del sonido). Para hacernos una idea: los famosos 'Tomahawk' norteamericanos (un misil de crucero) son subsónicos, no superan los 900 km/h.
Muy veloz y con enorme maniobrabilidad
Su lanzamiento se hace desde bombarderos supersónicos Tu-22M3 o interceptores MiG-31K. En el primer caso puede tener un alcance de 3.000 kilómetros, que se reducen a algo más de 2.000 cuando lo lleve el MiG-31K. Se diseñó para destruir portaviones y destructores del enemigo, pero en Ucrania se ha disparado sobre un objetivo inmóvil y en tierra.
El 'Kinzhal' es capaz de atacar objetivos fijos y móviles, acelera a velocidad hipersónica segundos después del lanzamiento y realiza maniobras en todas las etapas de la trayectoria del vuelo para evadir las defensas antimisiles. Cuando se presentó en 2018, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que este misil resulta ilocalizable para los radares enemigos. "No tiene misil análogo en el mundo", dijeron.
En 2018, Dave Majumdar, columnista del diario estadounidense The National Interest, escribió sobre las virtudes del nuevo proyectil ruso: "Ningún otro país opera misiles balísticos lanzados desde el aire, por lo que el Kremlin tiene razón al decir que el 'Kinzhal' no tiene equivalentes fuera de Rusia". En resumen, es un misil muy veloz y con enorme maniobrabilidad, lo que se traduce en que para el enemigo es muy difícil de interceptar.
Su utilización en el invasión rusa de Ucrania supone un salto cualitativo. Hasta ahora Rusia ha hecho uso misiles de largo alcance para atacar objetivos en el oeste de Ucrania, pero jamás fueron de este nuevo tipo de misiles aire-tierra, y parte de una serie de armas estratégicas avanzadas.
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