Oligarcas rusos tenían un ático con acompañantes junto al Puerto de Barcelona
Propietarios de megayates operaban un apartamento en la Barceloneta con mujeres, que traían y llevaban con chófer ante el estupor vecinal
Acompañantes de clientes de yates propiedad de ciudadanos rusos. Estas son las vecinas que residían en el ático del número 60 del paseo Joan de Borbó de Barcelona, en pleno barrio de la Barceloneta, la antigua zona pesquera de la Ciudad Condal. El apartamento servía como base de operaciones para las compañeras de los empresarios cuando éstos arribaban a la capital catalana, hecho que arroja más luz sobre la presencia rusa en la segunda mayor ciudad española, que se ve ahora cuestionada por la guerra de Ucrania.
Es lo que explican fuentes del sector náutico, que hacen hincapié en la influencia rusa en algunas de las concesionarias del Puerto de Barcelona. Sobre todo, precisan, cuando inversores de este país mantenían una participación en Marina Port Vell en el pasado. Según las mismas voces, ya no la tienen.
"Un ático con mujeres"
Sea como fuere, la presencia de magnates rusos en la Ciudad Condal no pasaba desapercibida. Clientes de concesionarias del Puerto de Barcelona mantenían un lujoso apartamento en pleno paseo Joan de Borbó para sus acompañantes. Estaba situado en el número 60, sobre el antiguo Bar Emilio, uno de los históricos del barrio marinero barcelonés, y que cerró en 2008.
"Chocaba porque era un entrar y salir de mujeres rusas vestidas con ropa de alto standing en un barrio popular de Barcelona. No encajaba con el entorno cuando, por ejemplo, bajaban a comprar tabaco. Eso sí, cuando llegaban los yates, se marchaban con los navegantes. Siempre iban con chófer y no se mezclaban con los vecinos", indican las fuentes consultadas.
"Influencia"
El dato no tendría mayor relevancia salvo por el hecho de que es uno más sobre la influencia rusa en el Puerto de Barcelona, una mano en la instalación de la que este medio ha dado distintas pinceladas. La última y más destacada es la que ejercía el magnate Alisher Usmánov, accionista de referencia de Metalloinvest, exaccionista del Arsenal FC y patrocinador del Everton CF, ambos clubes de la Premier League inglesa. Llegó a pedir el cierre de parte del paseo marítimo para gozar de más seguridad y a fichar al hermano del gerente de una de las concesionarias.
Ahora, y tal y como avanzó este medio, la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) ha propuesto el amarre del megayate Dilbar de Usmánov para sanción por su cercanía al presidente ruso, Vladímir Putin. El proceso sigue abierto, aunque la APB declinó añadir información a preguntas de Crónica Global ayer. Fuentes cercanas a la propuesta de embargo indican que el ente presidido por Damià Calvet cree que "ha cumplido" y ha atajado el riesgo derivado de las sanciones a oligarcas rusos por la guerra en Ucrania. "Creen que el Puerto no tiene nada más sancionable", indican estas voces.
Abramovich se va
En efecto, el Puerto puede respirar con tranquilidad después de proponer el atraque de Usmánov para sanción y que se marche otro activo en la diana: el yate My Solaris, del inversor ruso Roman Abramovich. El todavía dueño del Chelsea FC ha visto como su embarcación de recreo dejaba la Ciudad Condal tras días atracada en la Marina Barcelona 92, una ciudad de mantenimiento y refit de grandes esloras.
Sea casualidad o no, la partida del My Solaris de la Ciudad Condal coincidió con las primeras sanciones contra su persona por la guerra en Ucrania. Ha sido Reino Unido quien las ha decretado [ver decreto gubernamental aquí]. El Gobierno de Boris Johnson ha emitido una orden por la que se le prohíbe viajar al país, atracar su yate, aterrizar con sus aviones privados, transferir fondos o hacer negocios con sus empresas. Lo argumenta por su "influencia" con Putin.
El cliente ruso, en la diana por Ucrania
Todo ello se enmarca en el debate sobre la presencia de grandes cliente rusos en las instalaciones del Puerto de Barcelona. La presencia de empresarios de este país no tendría mayor relevancia salvo por el hecho de que Reino Unido, la Comisión Europea y el Tesoro de Estados Unidos han aprobado sanciones contra este colectivo por su cercanía al presidente del país invasor de Ucrania. El castigo incluye medidas específicas contra sus yates, un activo en el que Barcelona participaba como puerto de amarre y reparación.
Este medio preguntó también a la Comisión Europea, al Ministerio de Asuntos Económicos y a Marina Port Vell en qué estado se encuentra la propuesta de sanción contra el amarre de Usmánov, y si hay alguna otra iniciada contra oligarcas rusos. Al cierre de esta edición no había recibido respuesta. Otras fuentes han indicado que el atraque, que no es de propiedad sino un de alquiler con uso preferente, "está efectivamente decomisado".
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