China experimenta actualmente su mayor repunte de contagios por covid desde los primeros embates de la pandemi. El culpable es ómicron, la variante más transmisible del SARS-CoV-2 que está empezando a causar estragos en Asia y Oceanía en las últimas fechas, como ya lo hizo en Europa y América.

Como al inicio de la pandemia, China ha vuelto a apostar por las medidas más restrictivas dentro de la estrategia de covid cero -también seguida, aunque con menor intensidad, por otros países-, que busca impedir que el coronavirus se propague. Las autoridades chinas anunciaron este martes la detección de 3.602 casos, de los que en torno a 3.000 se concentrarían en la provincia de Jilin. Este miércoles los casos detectados han sido algo más moderados, con 1.952 nuevos positivos y, desde comienzos de mes, se han detectado más de 13.000 nuevos casos, de los que casi 11.000 se han producido por contagio local.

Las cifras oficiales chinas dicen que desde el inicio de la pandemia se infectaron 122.456 personas y fallecieron 4.636 -China no incluye en las estadísticas los casos asintomáticos aunque hayan dado positivo -. Sin embargo, segúcálculos de la Universidad Johns Hopkins, en realidad serían 768.528 los contagios y 9.204 las muertes por covid en estos dos años de pandemia. Desde el 1 de febrero, en pleno rebrote de ómicron, las cifras oficiales hablan de 14.000 contagios -más de los 11.871 casos notificados entre que se detectó el coronavirus y el 11 de febrero de 2020-, y según la Johns Hopkins, casi 650.000.

Sea como sea, las cifras en un país con más de 1.400 millones de habitantes siguen siendo muy inferiores a las de otros países más pequeños, como por ejemplo España (11.260.040 de contagios y 101.416 fallecimientos en algo más de 47 millones de habitantes).

¿Qué medidas se han tomado para evitar la propagación de ómicron?

En Jilin, la provincia más afectada, sus 26 millones de habitantes tienen prohibida la salida de esta región desde el lunes. Una medida de este tipo no se tomaba desde el inicio de 2020 con la provincia de Hubei. En Jilin, ciudades como Changchun y Jilin se hallan ya confinadas total o parcialmente. Siete mil soldados realizarán tareas de prevención como la realización de pruebas masivas de PCR a la población donde se detecte algún caso.

Desde el fin de semana en Shenzhen - 17 millones de habitantes - , se han cancelado los servicios de transporte público, los ciudadanos han visto restringidos sus movimientos a sus vecindarios y se realizará una campaña masiva de pruebas PCR en las que se recogerán tres muestras de todos sus habitantes. 

En Shanghái no se ha declarado confinamiento, pero los residentes de los vecindarios afectados tienen prohibido salir a la calle y las clases en escuelas de primaria y secundaria tan solo se podrán seguir online. En Hong Kong la situación es más dura y esta ola ha causado 2.800 muertos desde el 1 de marzo.

La estricta política de covid cero no tenía en cuenta hasta ahora que los contagiados no fuesen graves y solo tuviesen síntomas leves, por lo que debían ser hospitalizados. La Comisión Nacional de Sanidad china -debido a la presión hospitalaria vivida en provincias como Jilin- ha decidido suavizar esta medida y no hospitalizará a personas con casos leves, pero sí deberán aislarse junto a sus contactos cercanos en instalaciones especializadas.

Salvador Peiró, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y jefe de Investigación de Fisabio (Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Generalitat Valenciana), explica a 20minutos que no solo China está teniendo este repunte, "todos los países asiáticos lo están teniendo", y aclara que para los estándares españoles "no son casos, pero China tiene una política muy firme en este tema". 

Además de las estrictas restricciones, Peiró señala que China tiene "un componente alto de teatro de la higiene" y desinfectan materiales que no son vías de transmisión. "Supongo que, en términos de asustar a su población, debe tener cierto papel el crear un clima que les permita todo ese tipo de medidas tan extremas", destaca. Aun así, la situación actual es realmente más problemática para el país asiático que al comienzo de la pandemia.

¿Qué complicaciones puede experimentar China?

China cuenta con un 85,48% de su población vacunada con pauta completa de Coronavac -dos dosis-, pero la población mayor de 60 años ha sido la última en recibir las vacunas. Además, según afirmó en diciembre el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, las personas de 60 años y más necesitarían recibir una tercera vacuna de Coronavac para considerarse "completamente vacunadas". 

Hasta este momento la estrategia china había hecho que su población estuviese muy poco infectada, por lo que una ómicron "muy explosiva y muy rápida en su transmisión" se puede encontrar una población muy poco inmunizada que haya pasado la covid. "Con lo cual, es muchísimo más difícil de controlar", concluye Peiró. Alerta también de la situación en Hong Kong, donde habría "un 30 o 35% de gente mayor sin vacunar. Y eso les debe dar una proporción de mortalidad enorme".

"Todos los países asiáticos están teniendo un repunte importante. Singapur y Japón están teniendo muchísimos casos. En general, todos están muy vacunados, todos tienen mucha tercera dosis, todos tienen mucha población mayor vacunada y hay poco ingreso hospitalario y poca mortalidad", explica. Sin embargo, resalta que el hermetismo de China con algunos datos impediría hacer valoraciones más precisas sobre su evolución.

Peiró entiende que China mantenga sus "medidas extremas", pero cree que podrían empezarse a levantar una vez se haya vacunado con dosis de refuerzo a las personas mayores de 60, "porque una explosión de ómicron con mucha población mayor sin tercera dosis, sería una catástrofe". 

"Están pasando con más retraso esta ola precisamente porque su propia estrategia ralentizó mucho la llegada del contagio", considera. Pero este repunte no tiene por qué suponer un problema para el resto del mundo. "Supone un problema en tanto en cuanto hay unas tasas de transmisión altísimas y eso da más opciones al virus para generar variantes, pero no es distinto a cuando las teníamos nosotros. También hemos dado opciones de generación de variantes".