brutal agresión de un grupo de magrebíes a unos vigilantes de seguridad
Valents denuncia que “no puede ser que esto ocurra cada semana en Cataluña”
Este pasado mes de enero, tres vigilantes de seguridad del metro de Barcelona fueron víctimas de madrugada de una paliza grupa protagonizada por un “grupo numeroso” de personas, según señaló un portavoz de los Mossos d’Esquadra. Los agresores no llevaban mascarilla y habían sido apercibidos por los empleados.
Los hechos ocurrieron entre las 00.20 y las 00.45 cuando un grupo de una decena de personas entró en la estación de Paral·lel. Allí han tomado un convoy de la línea 3 y los vigilantes les llamaron la atención por no llevar cubrebocas.
Aprovechando que la trabajadora estaba hablando por teléfono, se acercó al joven para interesarse por él pero, en ese momento, un guardia de seguridad lo habría tirado al suelo de un empujón y le habría dicho que no podía hablar con el menor.
Según el mismo relato, otros tres vigilantes se habrían unido al primero y lo habrían golpeado, cogido por el cuello y esposado para, acto seguido, “dejarlo caer de boca al suelo rompiéndole un diente”. Durante la paliza, los guardias de seguridad lo habrían increpado y le habrían espetado que “se lo tenía merecido”.
Segunda agresión en pocos días
La víctima tuvo que ser atendida por una ambulancia con magulladuras en el cuerpo, un ojo morado y un diente roto, tras lo cual denunció los hechos a los Mossos d’Esquadra, que ya han trasladado lo ocurrido al juez, y a Renfe, que ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido
Fuentes de Renfe han informado que ya han abierto una investigación para averiguar lo sucedido pero por el momento no han adoptado ninguna medida cautelar porque este tipo de procesos, han señalado, son “garantistas con las personas”.
Asimismo, las mismas fuentes ha destacado que Renfe “no tolerará ninguna actitud extralimitada y sin ajuste al reglamento”, mientras que la víctima ha pedido la colaboración ciudadana para recolectar los vídeos de los usuarios que grabaron la agresión.
Se trata de la segunda agresión que se produce en menos de un mes, después de que un vigilante de seguridad fuera retirado del servicio a raíz de propinar un puñetazo y una patada a una mujer en la estación de Sants, en Bar
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