El Pirineo de Girona, lleno de nieve, visto desde Barcelona
La nevada y el viento han favorecido la buena visibilidad
Beteve
Las nevadas de los primeros días de abril, que han dejado espesores importantes de nieve en algunos lugares y la presencia de un poco de viento y poca humedad, han favorecido una visibilidad excelente que ha permitido ver algunas de las cimas más emblemáticas del Pirineo oriental desde la misma ciudad de Barcelona.
Las cimas de L'Olla de Núria, desde Montjuïc
Así, desde la cámara que betevé tiene instalada en Montjuïc, en días limpios y tras nevadas se puede ver perfectamente el Puigmal (2.910 m) en un enfilado perfecto que une el castillo de Montjuïc con las baterías antiárquicas del Carmel y el techo del Pirineo Oriental.
Del mismo modo, un poco más al este, siguiendo toda la olla de Núria, se ha podido ver especialmente iluminado por el sol el Balandrau (2.585 m) y el Torreneules (2.713 m).
La visibilidad en algunos días del año puede ser aún mejor y no hace mucho se pudo ver con total claridad la silueta del el Canigó (2.783 m), en el Conflent. Hoy, también se ha podido ver, pero mucho más atenuado.
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