El motivo por el que el superyate “Solaris” de Abramovich ha sido expulsado del puerto turco de Bodrum
- I. TRUJILLO La Razon
Cercado por la UE, Reino Unido, Australia y Canadá, al magnate aún le quedan un sinfín de destinos en los que esconderse él mismo y parte de su inmensa fortuna. Su condición de hombre de paz le valió para congelar todas las sanciones en Estados Unidos a petición del propio presidente ucraniano Volodymyr Zelenski, que pidió al presidente estadounidense Joe Biden que dejara fuera al multimillonario ruso-israelí Roman Abramovich de la lista negra de Washington.
Pero, además, su relación con Turquía no solo le habría facilitado su silla en la mesa de Estambul sino que este país le permitió poner a salvo parte de su fortuna con sus dos megayates atracados en los puertos turcos de Marmaris y Bodrum.
Giro inesperado
Sin embargo, en un giro inesperado de los acontecimientos, el todavía dueño del Chelsea, Roman Abramovich, ha visto expulsado de Turquía a su superyate Solaris, valorado en 600 millones de dólares (en torno a 540 millones de euros, al cambio actual) a pesar de que las autoridades turcas si han permitido que su otro yate permanezcan el país.
Según los datos de seguimiento marítimo, el Solaris de 140 metros de largo navega ahora en el mar Egeo después de que se haya visto obligado a abandonar el turístico puerto de Bodrum. El yate de lujo con bandera de las Bermudas estaba atracado en el puerto del sur de Turquía desde el 22 de marzo, después de zarpar de Montenegro.
Un grupo de manifestantes que portaban banderas ucranianas con las palabras “No a la guerra” ya trató sin éxito evitar que Solaris atracara. Y un día después de que Solaris amarrara, el otro superyate gigante del magante ruso, el Eclipse, atracaba en Marmaris, un puerto diferente en Turquía.
Los expertos legales aseguran que Global Ports Holding se arriesgaba a duras acciones legales si aceptaba tarifas portuarias u otras tarifas por albergar un yate vinculado a Abramovich.
No se sabe hacia dónde se dirige ahora Solaris que navega “a la espera de órdenes”.
Helipuerto y “playa” al aire libre
Este superyate fue diseñado por el diseñador de interiores australiano Marc Newson y construido por Lloyd Werft, un astillero alemán. Tiene un helipuerto y un club de playa al aire libre en la popa (parte trasera de una embarcación de vela). También tiene una piscina. Tiene dos Azipods (unidad de impulsión nautica) de nueve megavatios, que, según SuperYacht Times, son los más potentes jamás instalados en un yate. El Solaris tiene ocho cubiertas y, según los informes, puede alojar entre 60 y 36 pasajeros en sus 18 cabinas súper lujosas.
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