Condenadas 17 personas por la trama corrupta de pisos turísticos de Ciutat Vella
El tribunal ha impuesto penas de entre seis meses y tres años y medio de prisión para os principales investigados
La sección 10 de la Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a las 17 personas investigadas por la trama de los pisos turísticos de Ciutat Vella a penas de entre seis meses y tres años y medio de prisión, así como a penas de multa e inhabilitación, por los delitos de cohecho, prevaricación urbanística, infidelidad en la custodia de documentos y falsedad documental.
La causa, que se incoó en el Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona en 2009, llegó a la Audiencia de Barcelona en 2019. Finalmente, el juicio oral --que duró 14 sesiones-- se celebró entre el 3 de marzo y el 20 de mayo de 2022 en la Ciutat de la Justicia. La causa de esta trama corrupta, en la que participaron funcionarios públicos y propietarios de viviendas para la concesión fraudulenta de licencias de pisos turísticos de Ciutat Vella, consta de 35.368 folios repartidos en 27 tomos más 46 cajas de prueba documental.
Penas de prisión bajas
Los jueces han condenado a uno de los principales acusados, Heliodoro Eugenio Lozano, exdirector de los Servicios Técnicos de Ciutat Vella, a dos años y seis meses de prisión como autor de un delito de cohecho, un delito continuado de prevaricación urbanística y un delito de infidelidad en la custodia de documentos.
Al ingeniero e intermediario Joaquín Quílez el tribunal lo ha condenado a cuatro años y medio de prisión por los delitos de cohecho, prevaricación urbanística, falsedad documental, infidelidad en la custodia de documentos y amenazas.
Un descubrimiento "casual"
La asesora jurídica del distrito de Ciutat Vella, Elena Ariza, la única de los acusados que no aceptó el acuerdo de conformidad con la fiscalía y que se enfrentaba a una pena de nueve años, ha sido condenada a tres años y medio de prisión como autora de los delitos de cohecho y prevaricación. No obstante, ha sido absuelta del delito de infidelidad en la custodia.
La trama se destapó de forma casual en 2009 en el marco de la investigación del caso Saratoga-Riviera. Fue el hallazgo de un papel que lo vinculaba con Heliodoro Lozano en la casa de Joaquín Quílez, investigado por el escándalo de corrupción policial, lo que dio lugar a la apertura de una causa separada. Hechas las averiguaciones pertinentes se descubrió que, de las conversaciones mantenidas entre Quílez y Lozano se podía inferir un presunto delito de cohecho fruto de “una relación inadecuada entre un particular y un funcionario público” sobre licencias de apartamentos turísticos en Ciutat Vella.
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