Las siete humillaciones que ha sufrido Putin desde que inició la guerra en Ucrania
- La falta de superioridad aérea, la desaparición de altos cargos o el hundimiento del Moskva son algunas de ellas.
- La explosión del puente de Crimea: un símbolo de poder de Putin cuyo ataque deja malherida a Rusia.
Desde que el pasado mes de febrero el presidente de Rusia, Vladimir Putin, decidiera invadir Ucrania, sus avances han sido magros y en cambio, ha sufrido algunos reveses que están haciendo que la intervención militar tome un cariz amargo para el Kremlin.
El diario The Sun ha recogido en un reportaje cuáles son las siete principales humillaciones que ha sufrido Vladimir Putin y Rusia desde el inicio de la guerra
La bomba del puente de Crimea
Es la más reciente y una de las más simbólicas. El multimillonario puente de Kerch, inaugurado personalmente por el propio Putin en 2018, une la Rusia continental con la península de Crimea. Este sábado, una bomba en un camión ha inutilizado parte del vial de la infraestructura.
Más allá de su efectividad, el ataque, que Ucrania no ha reivindicado, es un golpe humillante a la grandilocuente anexión de Crimea llevada a cabo por Rusia en 2014 y al neo imperalismo ruso defendido por Putin.
El hundimiento del Moskva
El buque insignia de la flota rusa del Mar Negro, el crucero de misiles de primera clase Moskva, fue hundido en abril por un bombardeo sorpresa de misiles Neptune lanzados desde la costa. Se cree que hubo 40 muertos y más de 200 heridos.
Este barco jugó un papel letal en el comienzo de la guerra al bombardear ciudades ucranianas desde sus posiciones en el mar antes de que fuera hundido cerca de la Isla de las Serpientes.
El Kremlin ha admitido hasta ahora una muerte en Moskva, pero negó que se tratara a causa de un ataque ucraniano, si no a un incendio en el buque que al final acabó con el hundimiento del barco.
La caída de Limán
La semana pasada, ante el avance de la contraofensiva ucraniana por el este, las tropas rusas desalojaron la ciudad de Limán (Lyman), apenas horas después de que Rusia declarara la anexión de la región donde se sitúa, el Donetsk.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus tropas se habían "retirado a líneas más ventajosas" mientras intentaban defenderse de una contraofensiva ucraniana relámpago.
Mientras, las tropas de Zelenski celebraron ampliamente su entrada y reconquista de la ciudad, desplegando banderas ucranianas.
El 'convoy de la muerte'
Imágenes aéreas captaron el llamado 'convoy de la muerte', de 65 kilómetros de longitud, formado por vehículos rusos detenidos cerca de Kiev durante casi dos semanas antes de ser diezmado por la artillería ucraniana.
La enorme columna militar fue vista por primera vez el 28 de febrero después de detenerse en la carretera principal que conduce al sur de la capital, que se suponía que debía asediar y saquear.
En cambio, el gran convoy militar de Putin sufrió averías, escasez de combustible y alimentos y problemas de suministro. Partió de Bielorrusia y se dirigía al sur hacia Kiev, a través de la planta de energía nuclear de Chernobyl. Nunca llegó a la capital.
El fracaso de la operación chechena sobre Kiev
En los primeros compases de la guerra, el objetivo de Moscú era llegar rápidamente a Kiev, deponer al gobierno de Zelenski y poner a un títere del Kremlin a cambio.
Para ello se encomendaron a una columna de 56 tanques chechenos comandados por el general Magomed Tushayev, que dirigía el regimiento motorizado 141 de la Guardia Nacional de Chechenia.
El convoy fue detenido en seco por el fuego de misiles ucranianos cerca de Hostomel, a solo kilómetros de distancia de la columna, y lo destruyó solo un par de días después de su misión. Tushayev murió en el ataque.
El 'convoy de la muerte'
Imágenes aéreas captaron el llamado 'convoy de la muerte', de 65 kilómetros de longitud, formado por vehículos rusos detenidos cerca de Kiev durante casi dos semanas antes de ser diezmado por la artillería ucraniana.
La enorme columna militar fue vista por primera vez el 28 de febrero después de detenerse en la carretera principal que conduce al sur de la capital, que se suponía que debía asediar y saquear.
En cambio, el gran convoy militar de Putin sufrió averías, escasez de combustible y alimentos y problemas de suministro. Partió de Bielorrusia y se dirigía al sur hacia Kiev, a través de la planta de energía nuclear de Chernobyl. Nunca llegó a la capital.
El fracaso de la operación chechena sobre Kiev
En los primeros compases de la guerra, el objetivo de Moscú era llegar rápidamente a Kiev, deponer al gobierno de Zelenski y poner a un títere del Kremlin a cambio.
Para ello se encomendaron a una columna de 56 tanques chechenos comandados por el general Magomed Tushayev, que dirigía el regimiento motorizado 141 de la Guardia Nacional de Chechenia.
El convoy fue detenido en seco por el fuego de misiles ucranianos cerca de Hostomel, a solo kilómetros de distancia de la columna, y lo destruyó solo un par de días después de su misión. Tushayev murió en el ataque.
El 'convoy de la muerte'
Imágenes aéreas captaron el llamado 'convoy de la muerte', de 65 kilómetros de longitud, formado por vehículos rusos detenidos cerca de Kiev durante casi dos semanas antes de ser diezmado por la artillería ucraniana.
La enorme columna militar fue vista por primera vez el 28 de febrero después de detenerse en la carretera principal que conduce al sur de la capital, que se suponía que debía asediar y saquear.
En cambio, el gran convoy militar de Putin sufrió averías, escasez de combustible y alimentos y problemas de suministro. Partió de Bielorrusia y se dirigía al sur hacia Kiev, a través de la planta de energía nuclear de Chernobyl. Nunca llegó a la capital.
El fracaso de la operación chechena sobre Kiev
En los primeros compases de la guerra, el objetivo de Moscú era llegar rápidamente a Kiev, deponer al gobierno de Zelenski y poner a un títere del Kremlin a cambio.
Para ello se encomendaron a una columna de 56 tanques chechenos comandados por el general Magomed Tushayev, que dirigía el regimiento motorizado 141 de la Guardia Nacional de Chechenia.
El convoy fue detenido en seco por el fuego de misiles ucranianos cerca de Hostomel, a solo kilómetros de distancia de la columna, y lo destruyó solo un par de días después de su misión. Tushayev murió en el ataque.
Fracaso del dominio aéreo
Una de las mayores sorpresas de la guerra ha sido el fracaso de Rusia en lograr la superioridad aérea sobre Ucrania. Una mezcla de factores como pilotos no entrenados, un canal de comunicación e inteligencia deficientes y las letales baterías de misiles tierra-aire occidentales hicieron que los planes rusos se fueran al garete.
En marzo se difundieron restos de aviones rusos en llamas y los rostros aterrorizados de los pilotos mientras eran detenidos por soldados y civiles después de salir disparados de sus aviones.
Según el diario Kyiv Independent, Rusia ha perdido un total de 226 aviones de combate y 234 helicópteros militares en Ucrania.
Muerte o captura de generales rusos
Las tropas ucranianas han asestado golpes directos a la cúpula militar rusa, apresando o matando a oficiales de alto rango rusos desde que Moscú decidió iniciar la invasión.
El coronel general Andrei Sychevoi fue atrapado por combatientes ucranianos durante una operación de contraofensiva en la región de Járkov hace unas semanas.
Unos días antes, Bardin Artem Igorevich, designado por el Kremlin para supervisar la ciudad ucraniana de Berdyansk, murió en una explosión. En junio, Putin perdió a su coronel número 50 en Ucrania, solo un día después de que dos de sus generales fueran eliminados en la misma emboscada.
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