El enviado especial de EE UU a Irán, Robert Malley, explicó durante una intervención en el evento virtual organizado por la Fundación Carnegie para la Paz Internacional que el Gobierno estadounidense “no se disculpa” por “tratar de hacer todo lo posible para evitar que Irán obtenga un arma nuclear” .
La Casa Blanca se ha vuelto cada vez más pesimista en cuanto a la reactivación del acuerdo nuclear de 2015, pero no ha llegado a declararlo muerto.
Washington está ejerciendo una mayor presión para que el pacto nuclear sea eliminado tras la brutal represión por parte de Teherán que ha provocado una ola de protestas liderada por mujeres y su decisión de enviar cientos de drones a Rusia para que sean utilizados en su guerra en Ucrania.
La Casa Blanca anunció sanciones contra los iraníes por el maltrato ejercido sobre los manifestantes tras la muerte el mes pasado de la joven iraní Mahsa Amini, de 22 años , mientras estaba bajo la custodia de las fuerzas de seguridad.
Al menos 270 personas han muerto y 14.000 han sido detenidas , según el grupo Activistas por los Derechos Humanos en Irán. Las manifestaciones han continuado, a pesar de que la temida Guardia Revolucionaria iraní ha advertido a los jóvenes que se detengan.
Malley subrayó que EE UU no está “perdiendo” el tiempo tratando de alcanzar un nuevo acuerdo , y añadió que no ha habido ningún movimiento en las negociaciones desde que Irán impusiera nuevas condiciones inconexas el pasado mes de agosto.
“Realmente no es nuestra prioridad a día de hoy. No vamos a centrarnos en algo que está inerte cuando están ocurriendo otras cosas ”, aclaró, citando las protestas en Irán y la decisión de Teherán de “involucrarse en una guerra en Europa” transfiriendo drones a Rusia.
“Por ello estamos centrados en eso porque no está pasando nada en lo que se refiere al acuerdo nuclear , así que no vamos a malgastar nuestro tiempo en ello si no está pasando nada. Vamos a dedicar nuestro tiempo donde podamos ser útiles”, puntualizó Malley.
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