martes, 22 de noviembre de 2022

Parado de manera indefinida el desahucio de una vecina de 92 años de la Barceloneta

 

Parado de manera indefinida el desahucio de una vecina de 92 años de la Barceloneta



La jueza ha decidido pararlo, al menos hasta que otro magistrado no determine si tiene derecho al contrato de alquiler que ostenta.




Foto: Blanca Blay

Después de unos meses con el ay en el corazón, la Marina Gimeno, vecina de la Barceloneta de 92 años, respira más tranquila. Finalmente, la jueza ha decidido detener de manera indefinida su desahucio, al menos hasta que otro magistrado no determine si tiene derecho al contrato de alquiler que ostenta y puede quedarse en el piso. Según el abogado, Ivo Recoder, esto no pasará hasta finales de 2023 y, mientras tanto, nadie puede echar fuera la inquilina.

El lanzamiento de la Marina Gimeno estaba programado para el 16 de noviembre, cuando se suspendió. Vive en un piso del número 12 de la calle del Mar, en la Barceloneta, desde que era una niña: cuando sólo tenía tres años, su padre firmó un contrato de renta antigua y, cuando él murió, ella quedó como subrogada. En los últimos años la propiedad de la finca ha ido cambiando de manos, hasta el punto de que el último propietario ha impagado la hipoteca y el banco ha iniciado un proceso de ejecución hipotecaria.

El envoltorio de la subrogación del contrato

En el auto que dictaba el desahucio, la jueza cuestionaba, entre otros, que la Marina sea titular del contrato de renta antigua, ya que el original no se ha podido presentar por su mal estado. Además, no daba por válidas las pruebas aportadas por la defensa: una sentencia de 1984 en la que consta la subrogación del contrato y el pago de la renta o las facturas de los suministros.

Según el abogado, la jueza cometió un error a la hora de interpretarla Ley de arrendamientos urbanos (LAU)." Interpreta que sólo tenía derecho a una subrogación de dos años. [...] El problema es que esto sólo afecta a las subrogaciones a partir de 1994, cuando entra en vigor la nueva ley, y las anteriores se rigen por la LAU del 64, que establecía subrogaciones vitalicias", expone Recoder.

La subrogación de doña Gimeno es del año 84 y, por tanto, defiende al representante, es" evidente e incontestable que ella tiene derecho a una subrogación vitalicia". Esta cuestión es la que ahora queda pendiente de resolver y hasta que otro magistrado no se pronuncie, la Marina Gimeno podrá quedarse en la vivienda donde ha vivido toda la vida.

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