El número total de autónomos ha caído este año en 2.260, pero la sangría se produce sobre todo en el comercio, la hostelería y la agricultura. Casi 19.000 trabajadores por cuenta propia han desaparecido de las listas del comercio, negocios que en su mayoría no han podido aguantar ante el alza de los costes de la energía, por la invasión de Ucrania por Rusia, y por la falta de ayudas del Gobierno.
El Ejecutivo siempre recuerda las prestaciones que ha puesto para los autónomos, pero la realidad es la que marca la afiliación a la Seguridad Social. Los recibos de la luz se han multiplicado por tres y por cuatro sobre el año anterior, y la puesta en marcha de la excepción ibérica o tope al precio del gas que se utiliza para la generación eléctrica no ha servido para rebajar el precio. Muchos pequeños autónomos han enseñado
Bono energético
Por eso, desde UPTA, la otra gran asociación de autónomos de España, adscrita a UGT, reclaman «un bono energético para los sectores que más consumo de energía eléctrica necesitan para su funcionamiento». Su presidente, Eduardo Abad, ha subrayado que «el pequeño comercio y la hostelería están en una situación gravísima, con pérdidas de afiliación muy acusadas, con miles de comercios cerrando y sin una solución que frene esta auténtica tragedia».
Los costes se han disparado mientras las ventas no sirven para hacer frente a esa subida de los gastos. La facturación crece por la inflación, pero también crecen los costes y en mayor medida. El resultado es que los negocios no aguantan. Hay que recordar que la economía española es la única de la Unión Europea que todavía no ha recuperado el nivel previo a la pandemia, y según el Banco de España no lo recuperará hasta 2024.
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