CARLOS RIBAGORDA ......... okdiario
Un año después de aprobada la contra reforma laboral por el Gobierno, el balance de los cambios introducidos por el Ejecutivo en el mercado laboral no apunta a una reducción de la temporalidad, como presume el Gobierno y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. De acuerdo con los datos publicados por el SEPE, en España se firmaron en 2022 un total de 7.027.160 contratos indefinidos -frente a los poco más de 2,1 millones en 2021- mientras el paro en las listas del Ministerio sólo bajó en 268.251 personas y la afiliación a la Seguridad Social sumó algo más de 470.000.
Los datos, recopilados por el gabinete de estudios de USO, demuestran que esos contratos indefinidos no implican una estabilidad en el empleo, puesto que cada persona que ha encontrado un empleo ha tenido que firmar más de uno. «¿Cómo es posible que se firmen tantos contratos indefinidos y el paro no baje?», se pregunta José Luis Fernández, director del Gabinete de Estudios de USO. «La realidad es que cada trabajador tiene que firmar muchos contratos y un indefinido no es sinónimo de estabilidad con la nueva reforma laboral», señala a este diario.
«Se está troceando el empleo y creando una situación donde tener un contrato indefinido no implica tener un salario que permita llegar a fin de mes; se está generando el trabajador en riesgo o en situación de pobreza teniendo un contrato indefinido», destaca Fernández. «Se está originando un incremento de las situaciones de pluriempleo, se necesita más de un contrato (empleo) para llegar a fin de mes», insiste.
De hecho, en el mes de diciembre sólo el 15% de los contratos firmados son indefinidos a tiempo completo, mientras que el 40% son temporales a tiempo completo. La conclusión es que no hay más estabilidad con la nueva reforma laboral.
Además, en el último trimestre del año se ha reducido en seis puntos el porcentaje de contratos indefinidos, del 45% de octubre al 39% de diciembre, lo que pone de manifiesto el parón económico de final de año. «Esta caída podría tener que ver con el frenazo al crecimiento económico y a su posterior estancamiento que repercute directamente en la creación de empleo», señala Fernández.
Otro aspecto destacable de los contratos indefinidos es que ha crecido un 540% sobre el año 2021 el porcentaje de trabajadores que son despedidos antes de que finalice su periodo de prueba, lo que camufla también de estabilidad unos contratos que en realidad no la garantizan. «A mí personalmente me sorprende también y mucho que crezcan las bajas voluntarias un 95%. Pero, con la situación que tenemos, ¿dónde se van esos trabajadores?», se pregunta Fernández.
Fijos discontinuos
Otro de los aspectos más polémicos es el de los fijos discontinuos, que no aparecen en las listas del paro cuando pasan al periodo de inactividad. No ha cambiado nada a este respecto con la reforma, pero sí que ahora es obligatorio para las empresas hacer este tipo de contratos, por lo que la oposición y muchos expertos hablan de «maquillaje» de los datos de empleo. La ministra Díaz aseguró hace unos días que no sabía cuantos fijos discontinuos estaban en el paro.
Para ver la magnitud del problema baste decir que en diciembre el 14,9% de los contratos firmados fueron fijos discontinuos, frente al 15% de indefinidos a tiempo completo. «Incluso superan a los de jornada de completa si excluimos las conversiones», subraya USO.
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