Este parásito zoonótico, detectado en ratas en la ciudad de Valencia, causa meningitis eosinofílica en humanos

Puede transmitirse a los humanos por vía alimentaria tanto de caracoles parasitados crudos o poco cocinados como por verduras. UV
Puede transmitirse a los humanos por vía alimentaria tanto de caracoles parasitados crudos o poco cocinados como por verduras. UV FOTO: La Razón (Custom Credit)

Una investigación publicada en la revista científica ‘Emerging Infectious Diseases’, dependiente de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE UU, reveló el pasado mes de diciembre la presencia del ‘Angiostrongylus cantonensis’, un parásito conocido como gusano pulmonar de la rata, en la ciudad de Valencia, primer enclave de la Europa continental donde se identifica.

El equipo encabezado por la catedrática Maria-Teresa Galán-Puchades, del grupo Parásitos y Salud de la Universitat de València, identificó este gusano en las arterias pulmonares de 25 ratas de alcantarilla (Rattus norvegicus), un animal habitual en entornos urbanos, y en dos ratas negras (Rattus rattus), más frecuente en el medio rural.

El parásito recibe el nombre científico de cantonensis porque fue descrito por primera vez los años 30 en ratas de Cantón (China) por el parasitólogo chino Hsin-Tao Chen. Hasta la fecha, el nematodo había sido detectado solo a nivel insular en Europa; en ratas de Tenerife y en erizos de Mallorca. Según afirma un comunicado de la UV, “tanto la globalización como el cambio climático están favoreciendo la expansión de este parásito zoonótico de origen asiático”.

Los autores del estudio indicaban que este descubrimiento tiene “importante repercusión en salud pública” porque el ‘Angiostrongylus cantonensis’ es un parásito zoonótico (capaz de ser transmitido al ser humano) presente en las arterias pulmonares de las ratas y que es el agente causal más común en el ser humano de la meningitis eosinofílica (ME). Esta enfermedad provoca una inflamación de la membrana que cubre el cerebro y puede causar ataques, lesiones cerebrales y trastornos visuales, entre otros síntomas.

Cómo se infectan los humanos

La enfermedad se transmite cuando las ratas infectadas defecan larvas de este gusano y contagian otras especies, como caracoles, babosas o gambas de agua dulce. La transmisión zoonótica de Angiostrongylus cantonensis a los humanos es alimentaria por la ingestión, tanto de caracoles parasitados crudos o poco cocinados como por verduras que se consumen crudas en ensaladas (lechuga, col o rábanos) contaminadas con la baba del caracol con la larva infectiva.

Síntomas

Los investigadores recuerdan que hasta ahora, los casos humanos de ME detectados en Europa han sido importados de países endémicos pero ahora crece la probabilidad de que se produzcan casos autóctonos en nuestro país. Por ello, proponen que, a partir de estos hallazgos, las autoridades sanitarias tomen profilácticas idóneas para evitar la infección y que la Angiostrongylus cantonensi se incluya en el diagnóstico diferencial en pacientes con síntomas clínicos compatibles con la infección parasitaria, con o sin historial de viajes a otros países endémicos. Estos síntomas son: cefalea intensa, tortícolis, náuseas, vómitos, parestesia y/o encefalitis eosinofílica.