Una ruptura de hielo antártico ha formado un iceberg del tamaño de Londres. Tiene un espesor de 150 metros. Se ha desprendido de la plataforma de hielo de la Antártida Brunt. Esto es parte del comportamiento natural de la plataforma, que según el British Antarctic Survey, no está directamente relacionado con el cambio climático.

Las grietas en el hielo se han ido desarrollando a lo largo de varios años, y la ruptura final se produjo el domingo 22 de enero entre las 19:00 y las 20:00 GMT durante una marea viva.

Aunque lo más impresionante es su dimensión de 1550 kilómetros cúbicos. El origen de la fractura tiene lugar en esta grieta, que ya tenía esta magnitud en 2019.

Un rompimiento como este es un fenómeno natural, aunque no es habitual que sean de este tamaño. “Nuestra estación estaba situada en la plataforma, si no la hubiésemos movido hace unos años, ahora mismo estaría flotando”, explica este glaciólogo de Prospección Antártica Británica. 

Es la segunda ruptura importante de esta área en los últimos dos años. Pero no hay que preocuparse, se espera que el iceberg no afecte dramáticamente al nivel del mar.

Será bautizado por el Centro Nacional de Hielo de Estados Unidos, que le dará nombre próximamente.