martes, 7 de febrero de 2023

España también está en una zona de choque de placas tectónicas: ¿podría sufrir un terremoto tan destructivo como el de Turquía?

 

Riesgo sísmico.
Riesgo sísmico.
HENAR DE PEDRO

Un terremoto de magnitud 7,8 acompañado de una serie de réplicas ha devastado el sureste de Turquía, dejando miles de víctimas mortales, heridos, desaparecidos y edificios destruidos. Su epicentro se ha situado a 3.000 kilómetros de la costa española, pero si miramos un mapa tectónico, vemos que la frontera entre las placas euroasiática y africana es una línea que se extiende por todo el Mediterráneo desde Turquía hasta España. Entonces, la pregunta parece clara: ¿Podría ocurrir un terremoto tan devastador como el de Anatolia en nuestro país?

"En principio podemos estar tranquilos porque por el historial sísmico que conocemos de la península Ibérica no parece probable que se produzca un terremoto de esa magnitud", afirma Luis Cabañas, sismólogo de la Red Sísmica del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

La razón es que aunque nos encontremos en una zona de choque de placas tectónicas, la tensión no es tan elevada como en la otra punta del Mediterráneo: "El movimiento que hay entre ambas placas es tan pequeño que la acumulación de energía tarda muchísimos años, por eso la actividad sísmica es más baja que al otro lado del Mediterráneo. Las tensiones están más distribuidas hacia ese lado". Además, hay que tener en cuenta que en la península de Anatolia no solo confluyen las placas euroasiática y africana, también entra en contacto la placa arábiga provocando un triple choque de placas litosféricas.

"En la península Ibérica los movimientos de placas son más lentos, hay menos empuje y, aunque un gran terremoto podría llegar a producirse, la frecuencia sería de decenas de miles de años. Hasta ahora no tenemos constancia de ninguno", señala Cabañas, que sí advierte de que "se pueden producir seísmos de magnitud 6 o incluso algo superior".

"Con un terremoto de 7,8 estaríamos igual que en Turquía"

¿Y qué pasaría si en España se produjera un terremoto de magnitud 7,8 y características similares a las del seísmo de Turquía? "Sería un destrozo tremendo y probablemente estaríamos en una situación parecida a la de Turquía", subraya Cabañas: "Si se produce un terremoto de esa magnitud cerca de una población, la sacudida es tremenda y en España no se diseñan los edificios para soportar movimientos tan fuertes porque no se esperan". 

"No tendría sentido construir pensando en que puedes sufrir un terremoto de esas características cuando las probabilidades son tan bajas, sería un coste enorme. La ingeniería no puede valorar algo que puede ocurrir cada miles y miles de años. Los cálculos de estructuras contemplan las probabilidades de movimientos que tengan una frecuencia mayor y realmente puedan afectar a la vida útil de un edificio", afirma.

No tendría sentido construir pensando en que puedes sufrir un terremoto de esas características cuando las probabilidades son tan bajas, sería un coste enorme

Ese tipo de construcciones a prueba de grandes terremotos se hacen en zonas de gran actividad sísmica, como Japón. E incluso allí, un temblor de gran magnitud como el de Turquía puede provocar importantes daños: "En Japón en principio están más preparados porque esperan terremotos más fuertes, pero cuando hablamos de magnitudes de 7,5 u 8 te llevas muchas sorpresas. El meneo es tremendo".

El sureste de España, la zona de mayor riesgo

El sismólogo del Instituto Geográfico explica que "el sur y el sureste es la zona de mayor actividad sísmica" de la península Ibérica porque "el borde entre las placas de Eurasia y África viene del Atlántico, desde las Azores a Gibraltar, y pasa por el sur de España". No obstante, indica que "no hay un borde de placa bien definido", sino que en esta zona "el borde es más difuso" y, por ello, "la sismicidad se distribuye".

"Más importantes son los terremotos que se producen al suroeste del cabo de San Vicente (el extremo suroccidental de Portugal)", por donde pasa la conocida como falla de Azores-Gibraltar, aunque afortunadamente tienen lugar en el Atlántico a cientos de kilómetros de la costa española. 

"Más que la incidencia de las ondas sísmicas sobre el territorio, aquí el mayor peligro es el tsunami que pueden provocar en el Atlántico", dice Cabañas, quien señala a "las costas de Cádiz, Huelva y sur de Portugal" como "las más expuestas" a las olas gigantes. "El gran terremoto de Lisboa de 1755, que tuvo su epicentro al suroeste del cabo de San Vicente, ya produjo un tsunami que arrasó la costa de Cádiz", recuerda.

Aquí el mayor peligro es el tsunami que puede provocar en el océano Atlántico y que afectaría a las costas de Cádiz, Huelva y sur de Portugal"

"La ventaja de que el terremoto se localice a cientos de kilómetros de la costa es que nos daría tiempo a estar preparados. El tsunami es un fenómeno que se propaga mucho más despacio que un terremoto y nos daría tiempo a avisar a la población y evacuar zonas de riesgo", añade.

Otras zonas de relativa actividad sísmica en la península ibérica son Galicia y el Pirineo, esta última debido a que hace millones de años "fue una zona de contacto entre la subplaca ibérica y la europea".

¿Cuál ha sido el terremoto más fuerte que hemos sufrido?

Luis Cabañas matiza que primero hay que establecer una distinción entre la época instrumental, que arranca a mediados del siglo XIX, y la época histórica: "En la época moderna instrumental podemos medir con exactitud la magnitud de un terremoto, mientras que de la época histórica solo podemos hacer una estimación a partir de daños causados y datos históricos".

Partiendo de esa base, el gran terremoto de Lisboa de 1755, que arrasó la capital portuguesa y provocó cerca de 100.000 víctimas, sería el más fuerte de los que se tiene constancia en la península Ibérica: "Tuvo su epicentro al suroreste del cabo de San Vicente y se estima que pudo tener una magnitud de 8,5 u 8,7".

El mayor terremoto registrado en la época instrumental también se produjo al suroeste del cabo de San Vicente en 1969: "Tuvo una magnitud de 7,8 y se llegó a sentir en Madrid e, incluso, más al norte". Aquel temblor también provocó un tsunami y, según los registros, hubo 19 víctimas mortales.

Imagen de archivo del terremoto en Lorca de 2011.
Imagen de archivo del terremoto en Lorca de 2011.
ARCHIVO

"También hay registrado uno de magnitud 7,8 en Granada, en 1954, pero tuvo lugar a 640 kilómetros de profundidad, es una cosa un tanto anómala y digna de estudio. Se sintió en Granada y toda Andalucía, pero fue tan profundo que no provocó daños", dice el sismólogo.

Y si nos acercamos más en el tiempo, tenemos el terremoto de Lorca de 2011 como el más reciente de los grandes temblores registrados en España. "Tuvo una magnitud de 5,1 y fue un terremoto moderado", afirma Cabañas. Aquel seísmo provocó daños en cerca del 20% de los edificios de Lorca y le costó la vida a nueve personas. El sismólogo lo achaca a que el epicentro se localizó muy cerca de esa ciudad murciana: "Si el temblor está cerca de una población, los daños pueden ser importantes, pero, por ejemplo, en Alhama de Murcia, a 30 kilómetros de Lorca, apenas hubo daños". 


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