Una lucense llevará al juzgado a su banco por "maltrato" tras querer cobrarle esta cantidad por darle un certificado de su cuenta
El buen trato al cliente parece que no entra, por el momento, en el decálogo de buena conducta de algunas entidades bancarias. Si no, que se lo pregunten a Marta Rodríguez Engroba, una lucense a la que su banco, el Sabadell, pretendió cobrarle nada menos que 10 euros por imprimirle un certificado de cuenta al que ella no pudo acceder ni desde la aplicación móvil del banco ni desde la web. "Quixeron cobrarme 10 euros por un puñetero papel no que poñía que eu era a titular da miña conta. Se isto non é unha mostra evidente de maltrato bancario, xa me contaredes que é", explica la clienta.
Marta Rodríguez asegura que denunciará a la entidad ante el juzgado tanto por este hecho como también por otras cuestiones como, por ejemplo, "comisións, cobros por descubertos que eles mesmos provocan e, ademais, polo acoso constante de empresas de recobros, produto deses descubertos con constantes mensaxes e chamadas que se prolongan ata a mañanciña e fins de semana".
La odisea de esta lucense por conseguir el certificado bancario comenzó en la oficina de la que es clienta, en la Rúa do Progreso, a donde asegura que se dirigió un jueves por la tarde en horario de atención al público, de cinco a siete. Según cuenta, Marta Rodríguez llegó a las cinco y media a la entidad y una empleada la recibió en la puerta para recordarle que el horario de caja era de ocho a once de la mañana, a lo que la clienta le respondió que solo acudía a por un certificado de cuenta. Pero, aun así, no lo pudo conseguir.
"Remitiume á aplicación e se non, á web, e de aí non se desmontou dando por sentado que dispoño de ordenador. Todo isto coa porta semiaberta asegurándose de impedirme o acceso á oficina. En ningún momento, se ofreceu a axudarme, nin moito menos a facer a xestión polo cal lle preguntei se podía falar co director, remitíndome á oficina da rúa Bispo Aguirre", explica.
La clienta se dirigió, ya al día siguiente, a esta sucursal para hablar con su director, lo que no consiguió por no tener cita. En cambio, Marta Rodríguez fue recibida por la subdirectora, quien le imprimió el certificado pero con coste incluido. "Díxome que podía facilitarme o certificado nese momento e, de feito, comezou a teclear para, acto seguido, comunicarme, antes de imprimilo, que de facelo tiña que cobrarme 10 euros", indica.
Marta Rodríguez desistió de pagar los 10 euros por un simple papel que certifica que es clienta del banco y regresó a casa donde volvió a intentar hacerse con el certificado a través de la web. "Boa parte da tarde do domingo fóiseme en tentar sacar o certificado no ordenador, algo que conseguín pero para o que hai que contar con dous dispositivos xa que ningún teléfono dá esa opción polo que hai que facelo desde un ordenador. Pero, en cambio, as claves para a comprobación da identidade e a sinatura son enviadas ao móbil. Así que todo moi coherente, ao final", se queja esta clienta.
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