Una juez archiva los tocamientos de un hombre a una menor en un vuelo de Dublín a Madrid porque la madre de la víctima no denunció los abusos sexuales
El final del periodo navideño supuso que muchos españoles volvieran a la capital después de visitar a sus familias en el extranjero. Ese el caso de una menor de 17 años que regresaba a Madrid desde Dublín. En ese avión un hombre le tocó las zonas íntimas y después fue a masturbarse a los baños. "Me sentí provocado", dijo a los agentes de la Guardia Civil que le entrevistaron en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Una juez ha archivado el caso porque la madre de la chica no ha denunciado los tocamientos.
El caso se remonta al pasado 7 de enero cuando el comandante de un avión procedente de Dublín (Irlanda), de la compañía Ryanair, solicitaba presencia policial en la aeronave para controlar a un pasajero alterado. Después, una vez el avión tocaba tierra en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, la Guardia Civil entrevistó a la tripulación para conocer lo sucedido.
Los trabajadores explicaron que, a lo largo del vuelo, un hombre le tocó las zonas próximas a la vagina a una pasajera de 17 años sentada en el asiento contiguo. Posteriormente, este pasajero fue a los aseos, donde tras 10 minutos en su interior desatendiendo las llamadas de la tripulación, decidieron abrir la puerta y encontraron al hombre masturbándose.
"Me sentí provocado"
La menor expuso a los agentes que durante el trayecto notaba como el hombre le miraba constantemente el móvil, hasta que en un momento dado le tocó la parte alta del muslo. Tras los tocamientos, la chica se levantó del asiento y buscó el auxilio de la tripulación, quienes después de sacar al señalado de los aseos lo ubicaron alejado de la afectada.
Los agentes de la Guardia Civil procedieron a la identificación del pasajero, quien refiere que a su entender la mujer que se sentaba a su lado estaba haciendo gestos insinuantes, tales como jugar con el piercing de su boca o, a su parecer, ver fotos en su móvil de forma descarada para que él pudiera ser partícipe. Considerando que la joven estaba flirteando con él, por lo que decidió acariciarle la pierna.
La madre no denunció tras bajarse del avión
La menor se encontraba acompañada durante el vuelo por su madre, quien decidió no interponer denuncia en las dependencias policiales del aeropuerto, para ejercer las acciones oportunas al llegar a su domicilio. No obstante, los agentes remitieron las diligencias al Juzgado de Plaza de Castilla para su conocimiento y acciones procesales oportunas.
La defensa del acusado, del despecho penalista de Ospina Abogados, solicitó en un escrito el sobreseimiento de la causa atendiendo que en la misma no concurren las condiciones de procedibilidad que exige la ley. Para ello, en un escrito al juzgado, citó lo expuesto en el Código Penal. "Para proceder por los delitos de agresiones sexuales y acoso sexual será precisa denuncia de la persona agraviada, su representante legal o querella del Ministerio Fiscal, que actuará ponderando los legítimos intereses en presencia”.
Tienen seis meses para denunciar
El Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid decretó el archivo del caso en un auto el pasado 13 de febrero al que ha tenido acceso Vozpópuli. La magistrada María del Pilar Martínez Gamo expuso que: "Los hechos objeto de las presentes diligencias si bien pudieran constituir materia punible, en virtud de los dispuesto en el artículo 191.1 del Código Penal, están sometido al régimen de denuncia previa".
Por esta razón, la juez decidió el archivo de las actuaciones aunque "sin perjuicio de reapertura si el perjudicado denuncia dentro de los seis meses siguientes la comisión de los hechos". Sin embargo, un mes después la familia de la víctima aún no ha acudido a dependencias policiales a continuar con las diligencias de este lamentable suceso en el avión de vuelta de las fiestas navideñas.
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