La Guardia Urbana está investigando el envenenamiento a varios perros en el distrito de Sant Andreu. Todo empezó con las denuncias de algunos de sus dueños que, tal como avanzó Metrópoli, los vecinos se movilizaron el pasado mes de noviembre en busca del culpable.
Los propietarios de las víctimas descubrieron que los parques de sus barrios estaban llenos de sustancias venenosas y artefactos peligrosos para las mascotas. Es el caso de salchichas rellenas de tornillos y croquetas con alfileres. Aunque al principio parecían casos puntuales, poco a poco descubrieron que era algo extendido en todo el distrito y que había una o varias personas que, por motivos desconocidos, estaba intentando asesinar a los perros.
"Al final los perros forman parte de la sociedad y de las familias, no podemos bloquearlos y tenemos que convivir. Cuando se les ataca a ellos nos atacan también a las familias", dice Nerea, educadora canina de CanBiosis, a este medio.
El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, en la Comisión de Presidencia de este miércoles, asegura la investigación se centra en el parque de la Pegaso, en el de Antoni Santiburcio, en las calles de Sao Paulo, Peronella y Roine, y en el recinto de la fábrica Fabra i Coats. No obstante, podría haber comida con veneno y objetos punzantes en otras zonas.
ENVENENAMIENTO
Batlle ha respondido así ante una proposición de ERC, que se ha aprobado por unanimidad, y que pedía "activar inmediatamente el protocolo de actuación previsto para los casos de envenenamiento y depósito de croquetas, salchichas con clavos y agujas para su ingesta", y un ruego de Junts en la misma línea.
Ha detallado que hay una denuncia por ingesta de una aguja en La Maquinista y que el perro "está vivo y en buen estado de salud", y que la Urbana ha recibido tres casos más en los últimos meses, uno de los cuales el perro ha muerto por supuesta intoxicación.
DORY, UNA DE LAS VÍCTIMAS
Eric es uno de los afectados, que a sus 27 años ha perdido a Dory, una perra de cuatro años a la que consideraba su compañera de vida. "Era como una hija para mí y tuve que verla como se difuminaba poco a poco hasta morir, es lo peor y de verdad que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Le diría a los dueños de perros que llevaran atados siempre a sus mascotas y, antes de soltarlos, revisaran bien toda la zona", concluye el vecino de Sant Andreu.
Ante esta situación, el edil socialista ha explicado que, desde el consistorio, difundirán un boletín informativo para que los dueños de perros sepan cómo actuar y para que denuncien casos de envenenamiento y depósito de elementos de riesgo mediante pruebas que puedan aportar a la policía.
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