Larazon
Un grupo internacional de científicos advierte de que la nueva gripe aviar- altamente patógena- requiere una respuesta coordinada urgente. "Es una llamada a las armas"
Este año ha comenzado con la amenaza de que una nueva pandemia mundial podría estar a la vuelta de la esquina. El candidato a causarla es el virus H5N1, el de la gripe aviar, que ha mutado y se ha convertido en altamente patogénico. Fue el pasado 8 de febrero cuando el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa sobre la covid, llamó la atención sobre los casos de infección que se habían producido por la cepa H5N1 del virus en mamíferos (visones, nutrias, zorros y leones marinos, mayormente), que se contaban por millones. En aquel momento, la organización lo tildó de "fenómeno preocupante" que debía ser vigilado e instó a las naciones a vigilar de cerca estas infecciones. Aunque dijo que el riesgo de que el virus saltara a los humanos aún era bajo, también señaló que el mundo debía prepararse para "cualquier cambio de situación".
Ahora, un grupo de investigadores internacionales dirigido por la Universidad de Maryland (UMD), en Estados Unidos ha alertado de que el impacto mortal en las aves silvestres y el paso de infecciones estacionales a infecciones durante todo el año "señalan cambios peligrosos en la gripe aviar en el país".
El equipo, que ha seguido la llegada y progresión del virus H5N1 en EE.UU para determinar en qué se diferencia este brote de los anteriores, ha concluido que "existe una necesidad urgente de coordinación sin precedentes a escala nacional y regional para gestionar la propagación de una enfermedad que trasciende jurisdicciones y disciplinas". En un artículo publicado en la revista científica Conservation Biology, los científicos hablan de una "alta probabilidad" de que el H5N1 se convierta en endémico, lo que podría plantear riesgos para la seguridad alimentaria y la economía.
"Llevamos décadas enfrentándonos a la gripe aviar de baja patogenicidad en la industria avícola, pero esto es diferente", afirma Jennifer Mullinax, profesora adjunta del Departamento de Ciencia y Tecnología Medioambientales de la UMD y coautora del estudio. La enfermedad de baja patogenicidad es menos contagiosa y más fácil de contener que la variedad de alta patogenicidad. "Este virus de alta patogenicidad está acabando con todo en cantidades que nunca habíamos visto. Este artículo ilustra lo inaudito que es y describe lo que creemos que se avecina. En realidad, es una llamada a las armas para decir que no podemos permitirnos abordar este problema desde nuestros propios silos", añade.
Las conclusiones del equipo se basan en un análisis de cinco fuentes de datos distintas que proporcionan información sobre la incidencia de la gripe aviar altamente patógena en aves silvestres y aves de corral, centrándose en Estados Unidos y Canadá, así como en una base de datos mundial desde 2014 hasta principios de 2023. Los datos muestran la progresión del virus H5N1 altamente patógeno a medida que se propagaba desde Eurasia hasta Estados Unidos, donde se documentó por primera vez a finales de 2021. En octubre de 2022, la enfermedad había provocado 31 muertes masivas de aves silvestres, lo que supone unas 33.504 detecciones de aves silvestres en Estados Unidos y Canadá.
Además, más de 58 millones de aves de corral domésticas estaban infectadas o tuvieron que ser sacrificadas para limitar la propagación de la infección en Estados Unidos y 7 millones en Canadá.
"El peor escenario posible"
"A diferencia del H5N8 (que causó un gran brote en aves de corral en el país en 2015) esta enfermedad está afectando gravemente a las aves silvestres -afirma Johanna Harvey, investigadora postdoctoral de la UMD y autora principal del estudio-. Es difícil estimar cuántas aves están realmente afectadas en las poblaciones silvestres, pero estamos observando impactos dramáticos de la enfermedad en rapaces, aves marinas y aves que anidan en colonias. Y ahora tenemos la mayor pérdida de aves de corral por gripe aviar, así que éste es el peor escenario posible".
Los datos también revelan un cambio de una enfermedad estacional a una enfermedad de todo el año. Los brotes anteriores de gripe aviar -ya fueran del virus de baja patogenicidad endémico en Estados Unidos o del H5N8 de alta patogenicidad en 2015- solían producirse en otoño, lo que significaba que los granjeros podían prepararse para los brotes estacionales, sacrificar las manadas para detener la propagación de la enfermedad y disponer de casi un año entero para recuperar las pérdidas.
Pero este nuevo virus parece mantenerse durante todo el año, con detecciones de la enfermedad en verano en aves silvestres y brotes en aves de corral tanto en primavera como en otoño.
El ejemplo de Europa
Aunque la OMS considera que el riesgo de transmisión entre personas es bajo -ya que los casos de humanos contagiados han sido por contacto directo con una animal contagiado- en Europa la gripe aviar altamente patógena se trata como una enfermedad endémica en animales, y no como algo que pueda erradicarse. Y ese es el ejemplo que los investigadores demandan que se siga en Estados Unidos.
El equipo de investigación recomienda un enfoque de gestión basado en un método llamado Toma de Decisiones Estructurada, muy parecido al de hacer frente a una pandemia humana.
El último caso conocido de gripe aviar en humanos fue en Chile, donde un hombre de 53 años fue hospitalizado por un cuadro de influenza grave tras contraer el virus H5N1, según informaron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
¿Qué se puede hacer?
Elisa Pérez, viróloga veterinaria en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (INIA-CISA), perteneciente al CSIC, propone una serie de medidas contra la gripe aviar que se deben adoptar en diversos ámbitos:
- Aumentar la bioseguridad de las granjas avícolas, porcinas y de visones para evitar el contacto con aves silvestres
- Intensificar la vigilancia veterinaria en explotaciones donde se crían especies de mamíferos que sabemos que pueden actuar como "cocteleras víricas" (especies susceptibles tanto a virus de la gripe aviar como a virus de la gripe humana, que pueden dar lugar a recombinaciones de donde pueden surgir nuevas variantes con mayor capacidad de infectar a humanos). Esas especies son cerdos y mustélidos (principalmente visones).
- Continuar el muestreo masivo y análisis de aves silvestres y mamíferos marinos para detectar cuanto antes presencia de la enfermedad.
- Retirar del campo los cadáveres de los animales para evitar que sean fuentes de contagio.
- Que los médicos estén al tanto de la situación y notifiquen rápidamente los casos de neumonía en los que se identifique presencia de un virus de gripe no habitual- especialmente los casos en los que el paciente haya tenido contacto con animales.
- Extremar las precauciones y evitar el contacto con aves o mamíferos marinos enfermos o muertos. Impedir también que perros y gatos interaccionen con estos animales.
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