domingo, 28 de mayo de 2023

9 virus mortales para los que no hay vacuna que podrían desencadenar la nueva pandemia que anuncia la OMS

 .larazon

El organismo internacional advierte de que existe "la amenaza de otro patógeno emergente con un potencial todavía más mortal" que la Covid-19

El virus del zika

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advertía esta semana del peligro al que se enfrenta el mundo en el caso de declararse una nueva pandemia. Según manifestaba su director general, Tedro Adhanom Ghebreyesus, existe "la amenaza de otro patógeno emergente con un potencial todavía más mortal", por lo que instaba a la comunidad internacional a "prepararse" ante un nuevo desastre sanitario.

Las enfermedades infecciosas han sido una de las más importantes causas de muerte en la especie humana a lo largo de la historia. La aparición de futuras pandemias es una amenaza real debido a la elevada variabilidad genética de los virus respiratorios, la falta de predicción de los cambios genéticos y la existencia de reservorios animales.

Por ese motivo, la OMS trabaja en la elaboración de una nueva lista de patógenos que pueden causar brotes o una próxima pandemia. El organismo ha convocado a más de 300 científicos que estudiarán más de 25 familias de virus y bacterias, así como la ‘enfermedad X’, que se incluye para indicar un patógeno desconocido que podría causar una grave epidemia internacional. El objetivo es orientar hacia dónde dirigir la inversión, la investigación, especialmente en cuestión de vacunas, pruebas y tratamientos.

Tal y como recuerda la organización, hay virus que a pesar de que existen desde hace miles de años en animales, en las últimas décadas se han transmitido a los seres humanos y para los que desgraciadamente, no existe cura ni vacuna. Son temidos por su elevada tasa de mortalidad y porque, aunque ahora su contagio es bajo, ciertas condiciones en los servicios de salud o mutaciones genéticas podrían aumentar la facilidad con la que se transmiten entre personas.

De momento, la lista de patógenos bajo el microscopio de la OMS incluye la Covid-19, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el ébola, el virus de Marburgo, la fiebre de Lassa, el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), las enfermedades Nipah y henipavirales, la fiebre del Valle del Rift, el Zika y la ‘enfermedad X’. Repasamos las características principales de estos virus.

Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

Partículas virales de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en amarillo
Partículas virales de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en amarillo Wikimedia

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad causada por un virus (Nairovirus) de la familia Bunyaviridae transmitida por la picadura de una garrapata. Este virus causa graves brotes de fiebre hemorrágica viral, con una tasa de letalidad del 10%-40%. También puede darse una transmisión entre personas en casos de contacto estrecho con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de los infectados. La enfermedad es endémica en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia en los países situados por debajo de los 50º de latitud norte. No hay ninguna vacuna disponible para las personas ni para los animales.

Ébola

Un trabajador de la salud congoleño administra la vacuna contra el ébola a un niño que tuvo contacto con un enfermo en la aldea de Mangina,

La enfermedad por el virus del Ébola es una patología grave, a menudo mortal en el ser humano. El virus es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona. Los brotes de enfermedad tienen una tasa de letalidad de entre el 50% y el 90%. El tratamiento de apoyo precoz con rehidratación y el tratamiento sintomático mejoran la supervivencia. Todavía no hay ningún tratamiento aprobado que neutralice el virus de forma demostrada, pero están en fase de desarrollo diversas formas de hemoterapia, inmunoterapia y farmacoterapia. Tampoco hay aún vacunas aprobadas para el ébola, pero se están evaluando dos posibles vacunas candidatas.

Virus de Marburgo

Virus de Marburgo

El virus de Marbugo causa una fiebre hemorrágica viral altamente infecciosa de la misma familia que la conocida enfermedad del virus del ébola. Las tasas de mortalidad en brotes anteriores oscilaron entre el 24 y el 88%, según la cepa del virus y la calidad del manejo de casos. La enfermedad, para la que no hay vacuna ni tratamiento específico, fue detectada en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo -origen de su nombre- por técnicos de laboratorio que resultaron infectados cuando investigaban a monos traídos de Uganda. En el pasado se han detectado brotes y casos esporádicos de esta enfermedad en otros países de África como Ghana, Guinea, Angola, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica y Uganda. Se estima que en África ha causado la muerte de más de 3.500 personas. Guinea Ecuatorial dio por finalizado hace unos días días un brote de la enfermedad.

Fiebre de Lassa

La fiebre de Lassa es una fiebre hemorrágica viral, a menudo fatal, causada por el virus de Lassa. Los roedores, en particular la rata africana de pelaje suave (Mastomys natalensis), se consideran los huéspedes naturales del virus. Se transmite al ser humano por contacto con alimentos o utensilios domésticos contaminados con orina o heces de estos roedores. También puede haber transmisión en el laboratorio y de persona a persona, sobre todo en hospitales que carecen de medidas adecuadas de prevención y control de infecciones. La fiebre de Lassa es endémica en Benin (donde se diagnosticó por vez primera en noviembre de 2014), Ghana, Guinea, Liberia, Malí, Sierra Leona y Nigeria, pero probablemente también exista en otros países de África Occidental. La tasa de letalidad global es del 1%, pero puede llegar al 15% en pacientes hospitalizados. Actualmente no existe una vacuna que proteja contra la fiebre de Lassa, pero el antiviral ribavirina parece ser un tratamiento eficaz cuándo se administra en las primeras etapas del curso clínico de la enfermedad. El tratamiento de apoyo precoz con rehidratación y tratamiento de los síntomas mejora la supervivencia.

Síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS)

El síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) es una enfermedad respiratoria vírica provocada por el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), que fue detectado por primera vez en Arabia Saudita en 2012. Se ha detectado en dromedarios que se han relacionado con infecciones humanas en varios Estados Miembros de Oriente Medio, África y Asia Meridional. La transmisión de persona a persona es posible y ha tenido lugar predominantemente entre contactos directos y en entornos de atención de salud. Fuera de esos entornos, la trasmisión ha sido limitada. Aproximadamente el 35% de los casos de pacientes con MERS notificados a la OMS han fallecido. En la actualidad no se dispone ni de un tratamiento específico ni de una vacuna para el virus, aunque ambas opciones están en proceso de desarrollo clínico. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas que puede provocar el síndrome, como el reposo, tomar líquidos, la ingesta de analgésicos y, en casos graves, oxigenoterapia.

Síndrome respiratorio agudo severo (SARS)

El síndrome respiratorio agudo grave (SRAS) es una enfermedad respiratoria viral causada por un coronavirus, llamado coronavirus asociado al SRAS (SRAS-CoV). La primera vez que se informó sobre el virus fue en Asia en febrero de 2003. A los pocos meses, la enfermedad se propagó en más de dos docenas de países en Norteamérica, Suramérica, Europa y Asia antes de que se pudiera contener el brote global de 2003. Aunque se trata de una enfermedad de distribución mundial, presenta una especial incidencia en algunas regiones del sudeste asiático. El virus se contrae cuando se inhalan las gotículas respiratorias de pacientes infectados. También se puede propagar cuando una persona toca una superficie o un objeto contaminado y luego se toca la boca, la nariz o los ojos. La enfermedad lleva aparejada una mortalidad del 3-4 %. Hasta el momento actual no existe un tratamiento disponible para esta enfermedad. Por ello, el mejor tratamiento es la prevención.

Virus de Nipah

El virus de Nipah es un virus zoonótico transmitido principalmente de animales (murciélagos, cerdos) a personas, y en ocasiones también de persona a persona y mediante comida contaminada. Aunque el virus de Nipah ha causado solo unos pocos brotes conocidos en Asia, infecta a una gran variedad de animales y es causa de enfermedades graves y muerte en las personas. La infección humana tiene manifestaciones clínicas diversas, que van de la infección asintomática (subclínica) a la infección respiratoria aguda y la encefalitis letal. Se estima que la tasa de letalidad varía entre el 40% y el 75% según el brote, dependiendo de la capacidad local de vigilancia epidemiológica y atención clínica. No hay tratamientos específicos ni vacunas para las personas ni los animales. En humanos, el tratamiento consiste en medidas de apoyo intensivo para las complicaciones respiratorias y neurológicas graves.

Fiebre del Valle del Rift

La fiebre del Valle del Rift (FVR) es una zoonosis vírica que afecta principalmente a los animales, si bien también puede afectar al ser humano. El virus de la FVR, que pertenece al género Phlebovirus, se identificó por vez primera en 1931 durante una epizootia ovina en una granja del Valle de Rift (Kenya). Desde entonces se han notificado varios brotes en el África subsahariana. La mayoría de las infecciones en el ser humano se deben al contacto con sangre u órganos de animales infectados. Asimismo, se han producido infecciones por picadura de mosquitos infectados. Aunque la mayoría de los casos humanos son relativamente leves, un pequeño porcentaje de pacientes sufre una forma mucho más grave de la enfermedad, generalmente consistente en la aparición de uno o más de los tres síndromes siguientes: enfermedad ocular, meningoencefalitis o fiebre hemorrágica. Hasta la fecha no se ha documentado la transmisión de persona a persona. Se ha desarrollado una vacuna inactivada para uso humano cuya comercialización no está autorizada. Solo se ha utilizado de forma experimental para proteger al personal veterinario y de laboratorio con alto riesgo de exposición a la FVR.

Zika

Así se ve la transmisión del zika a través de la cristalografía de rayos X

El virus de Zika es una infección viral que se transmite principalmente por picaduras de mosquitos. La mayoría de las personas infectadas por el virus de Zika son asintomáticas, pero la infección durante el embarazo puede causar microcefalia y otras malformaciones congénitas, así como partos prematuros y abortos espontáneos. Además, se asocia en niños y adultos a un aumento del riesgo de complicaciones neurológicas, como el síndrome de Guillain-Barré, la neuropatía y la mielitis. En febrero de 2016, la OMS declaró la microcefalia relacionada con el virus de Zika emergencia de salud pública de importancia internacional. En noviembre de ese mismo año declaró el fin de la emergencia. Aunque los casos de enfermedad disminuyeron a partir de 2017 en todo el mundo, la transmisión persiste a niveles bajos en varios países de las Américas y otras regiones endémicas. No existe un tratamiento para la infección por el virus de Zika ni para las enfermedades a las que se asocia. Los investigadores están trabajando para desarrollar una vacuna contra el virus. Por ahora, la mejor forma de prevenir una infección es evitar las picaduras de mosquitos y reducir los hábitats del mosquito.


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