UNA PIEDRA PARA "DEFENDERSE"
Lo relata a este medio. El chico, de 26 años, pasó una divertida noche en Titus con su pareja y unos amigos hasta la hora del cierre. Sobre las 08:00 horas, el grupo abandonó la discoteca y se dirigió a buscar el coche al aparcamiento. Sin embargo, Víctor se alejó para comprar unas patatas fritas en el foodtruck situado en la entrada, mientras los otros fueron a por el vehículo. "Pero había muchísima gente, así que pasé y fui a sentarme mientras esperaba a mis amigos", ha recordado el joven.
La víctima fue a las escaleras de la acera de enfrente, las ubicadas al lado del Skate Agora. Allí empezó todo: "Estaba mirando el móvil y de repente sentí que alguien me tiraba una piedra por la espalda, pero no fuerte para hacerme daño. Me la arrojó y me dijo que me la daba para defenderme, mientras se reía", ha explicado Víctor, que asegura que el tipo que le dio la piedra era incluso más joven que él.
RODEADO ENTRE CUATRO
Víctor le preguntó el motivo de aquella acción tan extraña, pero en seguida aparecieron otros tres compinches del primero. "Sin mediar palabra, uno de ellos me dio un puñetazo". Ni siquiera entonces el joven pensó en devolverles el golpe: "Me levanté para irme porque no quería problemas". El móvil se le cayó al suelo por el golpe, pero ninguno de los agresores hizo el ademán de quitárselo. "Cuando me agaché para recogerlo, me rodearon entre los cuatro".
Sin embargo, los cuatro integrantes de la pandilla le dijeron que querían "pelearse de uno en uno contra él", a lo que Víctor respondió como pudo, defendiéndose: "El primero me empezó a pegar puñetazos, pero yo me defendí. Como vieron que uno solo no podía, se unió el resto y me empezaron a atacar también por detrás".
CORTE EN EL ABDOMEN
El joven no recuerda si se cayó o lo tiraron, pero acabó en el suelo bajo una lluvia de golpes. Patadas, puñetazos y lo más grave: un corte con una botella de cristal rota. "Con la adrenalina no lo noté, pero tenía la camiseta manchada de sangre". Los agresores le habían realizado un corte en el abdomen por el que Víctor tuvo que recibir dos puntos en el hospital.
Por suerte, apareció un "salvador": "Un hombre que estaba haciendo footing me vio en el suelo recibiendo los golpes y los espantó". Un vecino de Badalona que lo salvó de una paliza que podría haber tenido un final menos feliz.
HERIDAS SUPERFICIALES
Cuando los agresores huyeron y el joven pudo avisar a sus amigos, el grupo se dirigió al Hospital QuirónSalud de Barcelona, donde le cosieron el corte, le realizaron una radiografía y también un TAC en la cabeza. "Parecía más de lo que era, pero por suerte son heridas superficiales", ha explicado el chico.
Más tarde, presentó una denuncia en los Mossos d'Esquadra del mismo municipio, que no han detenido, por el momento, a los autores de la agresión. Por su parte, el personal de la discoteca ha colaborado en todo momento con la investigación: "Se pusieron en contacto con mi suegro, que fue el que difundió la historia a través de las redes sociales, y nos facilitaron las grabaciones de las cámaras de seguridad, para echar un cable", ha sostenido la víctima, que todavía se recupera y espera que nadie tenga que pasar por lo que él vivió.
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