Los pirómanos incendian seis depósitos en media hora; la Guardia Urbana detiene a una mujer por robar móviles, identifican a siete personas por peleas, denuncias por drogas y tenencia de arma blanca
La seguridad en Lleida brilla por su ausencia. Así lo demuestran los últimos sucesos acontecidos en las últimas horas en la ciudad, cuando varios pirómanos han incendiado seis contenedores en tan solo media hora. Lo han hecho durante la noche en la que acababa la Fiesta Mayor de la ciudad, donde también se han producido algunas robos, peleas y agresiones.
Según ha explicado el Segre, los bomberos han trabajado para apagar las llamas que se han iniciado en un container del barrio de la Bordeta a las 6.15 horas y ha finalizado en Cappont.
Detenida por robar nueve móviles
El primer fuego se ha producido sobre las seis de la mañana en la calle Àger, donde han quemado dos contenedores afectando también a un vehículo y la fachada de un edificio. Minutos más tarde, han incendiado otro en Juenda, en la avenida de las Garrigues, en Sant Isidre, en la calle dels Agustins y en la de Manuel Gaya i Tomàs. Para todos ellos los bomberos han tenido que activar seis dotaciones.
Pero no ha sido el único incidente producido en Lleida este fin de semana. Y es que la Guardia Urbana ha detenido a una joven de 21 años acusada de robar nueve móviles durante el Correfoc de la fiesta mayor. Según el mismo medio, los hechos tuvieron lugar el sábado por la noche en la avenida Blondel, cuando un hombre se acercó a los agentes para explicarles que le habían robado su dispositivo a su mujer y al amigo de su hijo.
Fue gracias al sistema de geolocalización que pudieron seguir a la caco hasta el barrio de Cappont, donde fue identificada. Ahí, los policías registraron su bolso y se dieron cuenta de que llevaba nueve móviles, algunos de alta gama. Se trata de una mujer procedente de Madrid que fue detenida por nueve delitos de hurto.
Robos violentos, peleas y denuncias por drogas
Más tarde, en el parque de Camps Elisis --en el mismo barrio de Cappont--, se produjo otro robo violento. Ocurrió sobre las cuatro de la madrugada, cuando los vigilantes de seguridad del recinto alertaron a la Guardia Urbana de que una chica de 15 años había sido víctima de un robo. Según su testimonio, se encontraba haciendo cola para acceder a los baños instalados en la zona de fiesta cuando el ladrón la abordó, la empujó y la tiró al suelo. Gracias a un amigo suyo, pudo evitar que le quitase el móvil y el agresor se fue, pero no muy lejos, ya que los vigilantes le interceptaron.
En ese mismo espacio fueron identificadas siete personas implicadas en peleas; así como por denuncias por drogas y otra por tenencia de arma blanca.
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