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La protección del medioambiente está en el centro de las políticas europeas y en Francia los consumidores de los comercios lo van a empezar a notar. A partir del 1 de agosto y en virtud de la nueva ley francesa de economía circular, en el país vecino se dejarán de imprimir los tickets de compra en comercios y establecimientos.
Esta nueva norma no aplica la prohibición expresa de los recibos de papel, sino que establece que por defecto no se imprimirán; tendrá que ser el comprador quien solicite explícitamente la copia.
El impacto de esta medida en el medio ambiente será muy considerable. Medios franceses revelan que cada año se imprimen en Francia cerca de 30.000 millones de recibos de caja, lo que equivale a que se dejen de talar 2,5 millones de árboles en el país.
¿Qué piensan en Francia?
Según una encuesta de la Asociación Francesa del Comercio Minorista, más de la mitad de los franceses siguen queriendo pedir explícitamente una copia impresa en papel en el futuro.
La medida, aprobada en 2020, estaba prevista para implantarse el 1 de enero de 2022, pero se fue posponiendo por motivos económicos coyunturales. "Cuando se tiene una inflación del 15% en las estanterías y el recibo es un punto de referencia para muchos franceses, nos parecía importante preservar este punto de referencia hasta que haya pasado el pico de inflación", declaró la Viceministra de Comercio, Olivia Grégoire.
Algunos pedirán el ticket, otros prescindirán de él, otros recibirán comprobantes electrónicamente... pero lo que seguro que cambiará en todos los lugares del país es el famoso "¿quiere copia?".
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