La nueva ley de la Generalitat indica que cinco pisos bastarán para que un casero sea considerado gran tenedor de vivienda, lo que terminará por reducir la oferta y aumentar el valor del mercado
El Govern interviene en el residencial de Barcelona. La resolución de la ley de vivienda del Gobierno, que indica que un propietario será gran tenedor con cinco pisos, encarecerá aún más el alquiler de la capital catalana.
La medida, que el Govern ha recogido y adaptado, puede acrecentar el problema residencial de Barcelona. Muchos de los propietarios particulares de pisos en alquiler tendrán que someterse a la Ley de la vivienda, como si fueran grandes sociedades inmobiliarias. Ello comporta que planteen virar hacia el mercado de la compraventa, generando aún más escasez de pisos en el mercado y dejando el parque residencial en manos de grandes fondos, que especulan con el precio del suelo de la capital catalana. El inmobiliario barcelonés ya ha detectado que, para ahorrarse los rompecabezas del alquiler, muchos particulares han puesto a la venta viviendas para invertir en otros sectores.
SITUACIÓN PARECIDA A 2020
Al disminuir la oferta, se incrementará el valor de mercado. La situación es parecida a cuando en 2020 ya se estableció un primer control sobre el precio de los alquileres en Catalunya, que provocó que el 42% de los contratos tuvieran una renta por metro cuadrado superior al precio de referencia. "Se observará una caída significativa de la oferta: cuando venzan los contratos los dueños pondrán los pisos a la venta", señaló José García Montalvo, profesor de la UPF, sobre esta medida.
La caída de la oferta también llegará porque la rentabilidad de los inmuebles se reducirá y muchos querrán salir al mercado. Para Gonzalo Bernardos, profesor de economía en la UB, "algunos propietarios decidirán vender, otros dedicarse al arrendamiento de temporada o al de habitaciones y unos pocos simplemente dejarán vacíos los inmuebles". Esto provocará una contracción paulatina de la oferta, que no quedará compensada por un aumento de la vivienda pública de alquiler.
MERCADO NEGRO Y FUGA DE TALENTO
El economista también apunta que esta situación podría dar alas al mercado negro integrado por un creciente número de propiedades. En el caso de los pocos que consigan un alquiler convencional, este no podrá ser en los barrios o en los distritos donde desean; si bien por la falta de oferta, si bien por la poca rotación de inquilinos que habrá.
Por último, destaca que esta falta de vivienda puede ser especialmente sangrienta en Barcelona. La falta de oferta dificultará la atracción de talento empresarial y desalentará la instalación en ellas de nuevas startups o grandes empresas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario