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Los vecinos de las principales urbes españolas se sienten cada vez más desplazados a causa de la presión turística
Desde que regresó la normalidad tras la pandemia, el ritmo de turistas que visitan nuestro país ha ido en aumento hasta alcanzar los niveles previos a 2020. Ya el verano pasado, después de dos temporadas de tranquilidad, los vecinos de las principales urbes de España lidiaron de nuevo con esa presión turística tan necesaria -en términos económicos- como insostenible desde el punto de vista social: las principales avenidas colapsadas, el precio del metro cuadrado por las nubes y la imposibilidad de encontrar hueco en bares y terrazas.
Tanto es así que, desde hace unos años, empezó a proliferar en algunos bares de Madrid o Barcelona la polémica costumbre de cronometrar -literalmente- a sus consumidores. Un ejemplo de ello es el Pincho J., en la barcelonesa calle Blai, uno de los establecimientos que aplica esta medida. Las mesas de la terraza tienen un cartel pegado que indica la restricción horaria. Muchos clientes se dan la vuelta al percatarse y buscan otro bar que los atienda sin tener que estar pendientes del reloj.
Ante esta insólita -pero cada vez más recurrente- medida, ABC visitó el pasado mes de julio este establecimiento para sondear el estado de ánimo de sus consumidores. La mayoría, se mostraba disconforme, a pesar de que la terraza estaba llena igual. Alguno, sin embargo, empatizaba con el sector de la restauración y afirmaba que la gente debería tener «más sentido común» y no «ocupar durante dos horas una mesa por una simple caña». Desde el establecimiento no quisieron dar ningún tipo de declaración.
«No te dejan cenar solo»
Parecía normalizado el tema, hasta que la polémica ha regresado un año después a la concurrida calle Blai, donde otro requisito para consumir en según que bares ha sembrado la discordia. Según ha avanzado 'El País', ciertos locales de dicha calle -pero, también en el Ensanche- rechazan clientes únicos en sus mesas, puesto que es mucho más rentable una pareja o un grupo superior.
Este fenómeno ha causado un gran revuelo en redes, donde algunos usuarios de Twitter han expuesto situaciones similares con las que ellos mismos se han encontrado o, simplemente, han reaccionado con indignación a la noticia. «Esta gente me dio mucha pena en la pandemia, pero ahora que están abusando, la verdad es que 0 empatía. Entre los precios desorbitados, y ahora esto....«, era uno de los que más aceptación ha recibido.
Esta gente me dio mucha pena en la pandemia, pero ahora que están abusando, la verdad es que 0 empatía. Entre los precios desorbitados, y ahora esto.... pues mira a tomar por ----
— Charo Caro (@charocd61) August 4, 2023
Otros usuarios han tirado de ingenio e ironía, por ejemplo, uno afirmaba que: «Si pides dos menús completos seguro que te dejan sentarte a cenar, y además puedes invitar al primero que pase, que tampoco hay que ser tan tiquismiquis». Otro, expresaba la problemática que viven los vecinos de Sagrada Familia cada año por estas fechas: «En la Avenida Gaudí a partir de las 18:00 ya no puedes sentarte a tomar algo, reservado a las cenas de los turistas».
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