Una nueva pandemia de virus respiratorios de alta gravedad no solo es posible, sino probable, a corto o medio plazo". Es la contundente advertencia que hacen varios expertos en un informe encargado en 2021 por el Gobierno para analizar la gestión del Sistema Nacional de Salud (SNS) durante la pandemia de coronavirus. Un documento de más de 150 páginas en el que se analizan las "lecciones aprendidas" durante la crisis sanitaria de 2020 y el cual propone una hoja de ruta con 72 acciones para fortalecer y preparar al país ante futuras pandemias. Entre ellas, ampliar la reserva de material protector y reformas legales para que el país esté mejor dotado jurídicamente a la hora de tomar medidas.

"La aplicación completa de estas lecciones conduciría a lo que llamamos un escenario ideal para afrontar una nueva pandemia", subraya el Informe sobre la Evaluación del desempeño del Sistema Nacional de Salud español frente a la pandemia de Covid-19, presentado este jueves por el Ministerio de Sanidad a las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud. El fin es que no ocurra lo mismo que sucedió hace casi cuatro años, cuando la rápida expansión del virus respiratorio azotó a un sistema sanitario completamente desprotegido ante una emergencia de este calibre. 

Todo ello pese a que entonces, según inciden los expertos, "estábamos avisados de la posibilidad de una pandemia a corto plazo", vistos los precedentes con la pandemia de gripe de 2009 y la epidemia de SARS-CoV-1 en Asia de 2002 a 2004. "Fueron avisos claros", subraya el documento, que insiste en que en 2020 "no estábamos lo suficientemente preparados". Así lo corroboran la ausencia que hubo de reservas de material para hacer frente a la pandemia; la "debilidad" de los sistemas de información y alerta temprana; o la insuficiencia de recursos diagnósticos, entre otros ejemplos enumerados en el documento.

"De hecho, el aumento de mortalidad derivado de la primera ola de Covid-19 en España fue de los mayores del mundo y nuestro país experimentó el mayor retroceso en la esperanza de vida al nacer desde la guerra civil, aun cuando la mortalidad se concentró principalmente en personas mayores", reza el informe, que dice que "tampoco el marco legal disponible fue suficiente para afrontar la crisis sanitaria".

"Por ello, por la creciente concentración de la población mundial en ambientes urbanos, y por la enorme movilidad de la gente en el planeta, no es posible descartar una nueva pandemia de extensión rápida en un futuro próximo. Estas razones, y la dificultad de contar con tratamientos de alta eficacia y vacunas universales frente a estos virus a corto plazo, convierten la prevención de la próxima pandemia en una cuestión urgente e importante", alerta el documento. 

Un nuevo marco legal

¿Qué haría falta, entonces, para lograr ese "escenario ideal" del que habla el informe para afrontar una nueva pandemia? El documento incide en la importancia de fortalecer la prevención desde todos los ámbitos. Primero, para evitar en primer lugar, o al menos retrasar, que la enfermedad atraviese las fronteras. Luego, para detectar precozmente la aparición de casos y controlar así su expansión en la medida de lo posible. Los auditores consideran igualmente que, en esa fase inicial, se configure un comité de gestión asesorado por un comité científico-técnico creado ad-hoc para la emergencia. 

En cuanto a las medidas que se tomen, el informe incide en que deben estar amparadas "desde el principio" por un "marco legal claro y suficiente", ya sea mediante una ley de pandemias o reformando las normas existentes. 

No usar la sanidad como "abono" para la contienda

La comunicación a la ciudadanía es otro de los puntos claves recalcados en el documento, que señala en ese sentido "algunos errores de comunicación muy llamativos" que se produjeron durante la pandemia. "Se refieren los expertos a la realización de pronósticos "innecesarios" sobre la evolución de la pandemia y a valoraciones "apresuradas" sobre las principales vías de transmisión de la infección. 

Es por ello que ven necesario poner en marcha una estrategia de comunicación a la ciudadanía con líneas previamente diseñadas. "Es prudente evitar en lo posible la discrepancia frontal en público de quienes lideren la lucha contra la pandemia y no se deben usar las medidas de salud pública como abono para la contienda política descarnada", indican. Además, inciden, se debe disponer de aplicaciones de rastreo de contactos "suficientemente bien evaluadas" para controlar la transmisión de la enfermedad. 

Protocolos de racionamiento de la atención

Todas las medidas expuestas hasta aquí son las que enumeran como cruciales en el ámbito de la prevención y la detección precoz. Pero, una vez llegada la pandemia, es igualmente importante desplegar una serie de medidas para amortiguar el golpe. 

"Si se produjera una nueva pandemia, deberíamos tener: una población más empoderada para gestionar su enfermedad; una atención primaria fortalecida con mayor capacidad de resolver problemas de salud; ambos niveles de atención (primaria y hospitalaria) con capacidad para utilizar de forma eficiente todos los recursos y, además, con capacidad de transformarlos y expandirlos", defiende el documento. 

En el informe se indica también la necesidad de haber acordado mecanismos de traslado de pacientes —entre comunidades y entre países—, y protocolos de derivación entre centros. "En casos extremos, habrá que tener acordados protocolos de priorización y racionamiento de la atención", subraya.

Lo que se hizo bien

Más allá de los aspectos a mejorar, los expertos identificaron también todas las cosas que se hicieron bien a pesar de que la pandemia pilló al país completamente desprevenido. Destacan la "excelente" campaña de vacunación que se desplegó en España desde el momento en el que llegaron los primeros viales. También la respuesta "heroica" de los profesionales de la asistencia sanitaria, la salud pública y la atención sanitaria, así como la "profesionalidad y entrega" de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. 

Elogian igualmente toda la aplicación de tecnologías para adaptarse a la nueva dinámica, como el teletrabajo, y la implantación de los expedientes de regulación temporal de empleo (los ERTEs) y otras medidas sociales que fueron cruciales para contener el impacto económico de la pandemia en las familias. La creación de un "mando único" al inicio de la emergencia sanitaria y la "comunicación continua" que se produjo entre el Gobierno y las comunidades son otros de los puntos a destacar respecto a la gestión de la pandemia.