Metropoli
Asociaciones y entidades vecinales alertan de que en estos espacios abunda la suciedad, el consumo de drogas, el incivismo y las prácticas sexuales
Los baños públicos: una solución al incivismo y un problema de seguridad. Solo el distrito de Ciutat Vella de Barcelona cuenta, actualmente, con 34 de estos equipos, a los que hay que sumar tres más que pasarán a funcionar próximamente. Si bien los vecinos celebran que se implanten nuevas instalaciones de este tipo, alertan de la necesidad de incrementar la vigilancia y de la suciedad a su alrededor.
Según relatan desde la Asociación de Vecinos del Raval a Metrópoli, el barrio que --por ahora-- tiene más aseos públicos, estos equipos se convierten en un punto caliente del consumo de drogas, incivismo e incluso prostitución. "Encontrar jeringuillas usadas" es algo muy habitual en el interior de los aseos, que brindan la oportunidad de gozar de unos minutos de relativa intimidad en plena calle.
Por otro lado, la presencia de más baños no remedia necesariamente las actitudes incívicas, analizan. "Hemos visto a personas hacer sus necesidades justo al lado de los baños, pero fuera", explican.
Mano dura
Desde la Asociación de Vecinos Raval Sud, por su parte, consideran que "está claro que la gente necesita un lugar en el que hacer sus necesidades". Como contrapartida, hay "colectivos que le dan un mal uso como los toxicómanos, así como casos de agresiones, violaciones o personas que practican sexo (en el interior de los baños)", añaden. A ello se suman las micciones en los alrededores en urinarios como "los ubicados en las calles de Arc del Teatre y Sant Agustí".
En este sentido, abogan por endurecer y aumentar las sanciones. "Mientras no haya sanciones, se pongan duros con lo de los orines en la calle, haya un servicio de patrullas y un servicio de limpieza, en vez de mejorar los problemas, vamos a ir empeorando, tanto por la parte de seguridad como de limpieza", lamentan.
"Nos tememos que esto empeore las zonas donde los instalen porque, por desgracia, no se va a cumplir ningún mínimo de vigilancia ni limpieza efectiva. Cómo siempre, será un problema que sufriremos los mismos de siempre: los vecinos", aseveran.
Escenarios distintos
Caso distinto es el de un barrio como la Barceloneta. La asociación de vecinos del barrio explica este digital que los tres nuevos baños que están por estrenarse son bien recibidos, pero "se necesitan más". De hecho, se había "pedido 10 que se distribuían entre las plazas y calles principales, la zona de playa y el front marítim".
La necesidad de ampliar la red de urinarios en la zona costera se acrecienta, además, con la llegada del verano --momento en el que sube la afluencia de turistas-- y el desembarco de la Copa América de Vela, un evento deportivo excepcional que podría traer todavía más visitantes.
Sin embargo, en la Barceloneta "no tenemos los mismos problemas que se tienen en otros barrios del Casc Antic --como pueden ser el Raval y el Gòtic--". Y es que "los problemas de prostitución, proxenetismo y seguridad se atajaron a través de un refuerzo de la presencia policial en el área y una colaboración público-privada con algunos locales de ocio, que contrataron a vigilantes privados", desgranan. Además, se espera un refuerzo policial tanto con patrullas como agentes fijos por el desembarco de la competición.
Siendo este el escenario, los vecinos no esperan que un aumento de baños no implique un aumento de la inseguridad, el incivismo o el consumo de drogas.
Por tanto, las fuentes consultadas coinciden en valorar positivamente la incorporación de nuevos aseos públicos en la ciudad, pero inciden también en la necesidad de incrementar la vigilancia y seguridad a su alrededor para evitar que se les dé un mal uso. No hacerlo implica la pérdida de valor de estas instalaciones, que pueden llegar a ser peligrosas e insalubres si no se acompaña, también, con un recurrente sistema de limpieza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario