Felicidades
Carta de agradecimiento a una madre
Gracias mamá.
Así quiero empezar esta carta que hoy por fin he decidido escribirte. Con un gracias. Y es que, en la vorágine del día a día, a menudo se nos olvidan dos de las cosas más importantes de esos valores que nos definen como verdaderos seres humanos: perdonar y, sobre todo, agradecer. Sí, me he levantado con ganas de reflexionar y agradecer a la vida y mientras estaba repasando mentalmente todas esas cosas por las que me siento afortunada, ha aparecido en mi cabeza tu nombre.
Y es que, mamá, tenerte a mi lado cada día es lo más grande que ha podido ofrecerme el Universo, Dios o lo que quiera que exista allí arriba. Sin duda, tú eres mi ángel de la guarda, la persona que más amor me ha dado sin pedir absolutamente nada a cambio. Y, por eso, te mereces todo mi agradecimiento.
Gracias por ser el hombro en el que llorar cuando mi mundo se ennegrece, gracias por ser mi compañera de risas y celebraciones cuando consigo mis mayores logros, gracias por guiarme, por aconsejarme, por preocuparte tanto por mí, por saber dejarme mi espacio, por estar cuando te necesito. Muchas gracias por haberme dado la vida y muchas gracias más por hacer que precisamente esta vida que vivo sea tan especial.
Gracias a ti he logrado muchos de mis sueños, porque tú me enseñaste el valor de pelear y no rendirse ante lo que uno quiere. Gracias por ser mi mejor maestra, por transmitirme tantos buenos valores; valores que tanto se necesitan en esta sociedad egoísta que muchas veces nos domina.
Te quiero mamá (gracias por enseñarme a querer de esta forma tan sana).
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