miércoles, 14 de agosto de 2024

Los manteros regresan al vestíbulo de Rodalies de la plaza Catalunya

 lavanguardia.

Una decena trata de recuperar el que fue uno de sus grandes mercadillos

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Los turistas son quienes muestran más interés por estos productos del top manta

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Los manteros vuelven a dejarse ver por el vestíbulo de la estación de Rodalies de la plaza Catalunya. Hacía años que no se veían tantos junto a las máquinas expendedoras. El lunes por la noche, uno pudo contar en el lugar una decena de vendedores ambulantes sin permiso frente a sus mantas sobre el suelo, con un amplio surtido de bolsos aparentemente de alta gama, equipaciones de clubs de fútbol, algunos relojes muy vistosos y grandes y otros complementos, una oferta que sobre todo llama la atención de los turistas, que enseguida se ponen a regatear el precio de la camiseta de Lewandowski, que en principio cuesta unos 15 euros , pero que ya no tiene el empuje de antaño.

Entre tanto, los jóvenes subsaharianos, tensos, estresados, siempre temerosos de los decomisos de mercancía municipales, miran todo el rato a izquierda y derecha, adelante y atrás. La escena parece más propia de otros tiempos. Un lustro atrás, la presencia de docenas de vendedores ambulantes convirtió durante un buen puñado de meses esta céntrica infraestructura en un peligroso zoco, en un controvertido mercadillo de falsificaciones que hasta desató choques institucionales.

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Las camisetas de Lewandowski no tienen el tirón de antaño

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La verdad es que este año, al menos hasta ahora, la presencia de vendedores ambulantes en el centro de la ciudad es inferior a la de los anteriores. Uno de los principales objetivos del cacareado plan Endreça del gobierno del alcalde Jaume Collboni es poner fin de una vez por todas a la venta ambulante de latas de cerveza, juguetes luminosos, mojitos, pareos… El ejecutivo de los socialistas tiene bien claro que una buena parte de los barceloneses le agradecerá mucho recuperar determinada imagen de orden en el espacio público. De ahí que de un tiempo a esta parte los dispositivos policiales preventivos abunden en algunos lugares estratégicos, como en el Portal de la Pau, frente al puente de madera del Maremàgnum.

De todos aquellos bicitaxistas de no hace tanto tiempo apenas media docena insiste en ofrecer sus pedaladas en el paseo Joan de Borbó, en los alrededores del Museu d’Història de Catalunya, cerca del hotel W… Los vendedores de sombrillas también son muchos menos. Y los manteros no se dejaron ver esta temporada hasta bien entrada la primavera. Este verano, las carreras del gato y del ratón de unos y otros se antojan más extenuantes que nunca. Hablamos de unas pocas docenas de personas, bien lejos de aquellos centenares de años atrás. 

Algunos manteros tratan de apostarse por los alrededores del barrio de la Barceloneta y el resto del litoral. Otros, por la plaza Catalunya, sobre todo, junto a El Corte Inglés, y también más arriba, frente a la Pedrera, la casa Batlló... Pero todos se ven obligados a recoger sus mantas enseguida. Su ir y venir a través del metro en las paradas de Diagonal y Barceloneta es continuo, a cualquier hora del día. Por ello, algunos tratan ahora de instalarse en el vestíbulo de la estación de Rodalies de la plaza Catalunya, porque saben que aquí las intervenciones policiales son más complejas.

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Los manteros se colocan estratégicamente junto a las escaleras de acceso a la estación

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Este mercadillo ya dio pie a unos cuantos choques institucionales. Un lustro atrás, el gobierno de la entonces alcaldesa Ada Colau tenía muchas reticencias a la hora de actuar de una manera estrictamente policial ante los manteros, los responsables de Renfe sostenían que la abundancia de estos vendedores ambulantes en una zona de paso tan transitada constituía un problema de seguridad, los Mossos reponían que la venta ambulante sin permiso es una competencia de la Guardia Urbana, la Guardia Urbana, que la cuestión no era tan sencilla…

A veces, hasta un centenar de manteros se apostaban aquí. A la postre, luego de muchas tiranteces, las instituciones lograron acordar un dispositivo policial especial. A pocos días de que arrancara la edición del Mobile World Congress del 2019, agentes de las policías de la Generalitat y del Ayuntamiento se pusieron en los accesos de la estación a fin de impedir el paso de los vendedores, así varios días, uno tras otro, hasta que los subsaharianos desistieron de jugársela. Ahora algunos tratan de recuperar el que fue uno de sus mercadillos más fructíferos.

FOTO ALEX GARCIA MANTEROS EN PLAZA CATALUNYA. VENTA ILEGAL. INMIGRANTES SUBSAHARIANOS 2023/07/13

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