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La UE cambia la política y limita las máquinas que iban a aligerar el paso por el control
Es un jarro de agua fría. Cae tanto sobre la economía de los aeropuertos como en la paciencia de los sufridos pasajeros aéreos. La Comisión Europea ha modificado un reglamento que supone una vuelta de tuerca en cuanto a la revisión de los equipajes de mano en los aeropuertos. Lo curioso de todo ello es que coincide con el progresivo despliegue de nuevos y costosos equipos de detección, previsto a partir del 1 de septiembre. Estos se están instalando para aligerar el paso obligatorio de los viajeros de camino a su avión, aunque la normativa frena las mejoras y hace poco lógicas las inversiones de los aeropuertos en nueva tecnología.
¿Cuál es la novedad?
La UE ha modificado el Reglamento de Ejecución (UE) 2015/1998 en lo relativo a determinadas medidas urgentes de seguridad de la aviación, unas reglas ya de por sí exhaustivas y que se han modificado sin ser siempre argumentadas. En pleno verano, la época de mayor movimiento de viajeros aeronáuticos en el continente, la atención se ha centrado en el funcionamiento de los escáneres C3 para la revisión de los equipajes de mano y objetos personales.
¿Qué son los escáneres C3?
Los escáneres C3 son aparatos sofisticados, de nueva generación. Se han diseñado para detectar cualquier tipo de material que los pasajeros lleven consigo. El detalle al que llegan permite a los pasajeros llevar líquidos sin ninguna restricción y guardarlos junto con sus dispositivos electrónicos grandes dentro de sus maletas de mano en los controles de seguridad.
¿Podremos dejar los aparatos electrónicos dentro de la maleta?
Al contrario de ser unas máquinas en los que se puede ver el contenido de equipajes y bolsas como una máquina de rayos X con buena definición, los escáneres C3 permiten a los pasajeros dejar todos los líquidos y aparatos electrónicos portátiles dentro de sus maletas de cabina.
Esto es porque los nuevos sistemas funcionan como los escáneres de los hospitales y distinguen potenciales explosivos. Al paso de cada objeto se generan imágenes 3D y se aligeran los procesos, tanto para los agentes de seguridad, que pueden ver con mayor claridad objetos, materiales y líquidos, como para los pasajeros, que pasan menos tiempo sacando y metiendo objetos de su equipaje o esperando.
¿Aumenta la cantidad de líquido que se puede llevar a bordo o sigue restringido?
En su modificación del reglamento, la Comisión indica que el sistema debe revisarse, por lo que se revierte y se vuelven a limitar los líquidos que se pueden llevar a bordo limitándolos a varios contenedores de 100 ml hasta llegar a un litro, lo que restringe notablemente el transporte de estos y obliga a sacarlos de nuevo del equipaje poniendo freno a este proceso e incrementando los procesos de espera en la zona de seguridad, uno de los puntos más complicados y menos agradables para los pasajeros en su paso por los aeropuertos europeos.
¿Por qué no estaban instalados?
Además de ser una nueva tecnología que se ha ido desarrollando, cada máquina de detección cuesta ocho veces más que sus predecesoras y tienen un coste operativo que multiplica por cuatro el de los escáneres que van a sustituir. Las inversiones en seguridad para cada aeropuerto o sociedad gestora de terminales aéreas es más que notable.
¿Estarán en todos los aeropuertos?
El plan de instalar nuevos escáneres C3 en todos los aeropuertos de la UE además de en instalaciones aeronáuticas de Islandia, Suiza y Noruega está en pleno proceso. Por el momento ya se pueden encontrar en un buen número de terminales de Alemania, Suecia, Países Bajos y Malta. También están en Irlanda, Italia y Lituania.
La progresiva puesta en marcha de estos equipos hace que en algunas instalaciones el 100% sean tipo C3, mientras que en otros solo parcialmente, por lo que al pasajero puede tocarle una u otra maquina aleatoriamente.
¿Hay escáneres C3 en los aeropuertos españoles?
La red de Aena, que opera la práctica totalidad de aeropuertos y helipuertos comerciales en España, tenía programada desde hace meses la instalación progresiva de estas máquinas. Actualmente solo hay algunas en Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat en fase experimental.
¿Qué dicen los operadores?
ACI Europe, la división continental del consejo internacional de aeropuertos, suele ser muy diplomática en sus declaraciones públicas, aunque no esconde el disgusto que el paso atrás de la restricción de líquidos supone en las instalaciones europeas.
Su director general, Olivier Jankovec, indicó que evidentemente la seguridad es prioritaria, aunque también expresó preocupación por la disminución del flujo de viajeros que ahora pasarán por los controles, provocando colas indeseadas y peores experiencias aeroportuarias. El director de ACI se mostró molesto por las cuantiosas inversiones realizadas por sus asociados para no tener luego mejoras significativas.
¿Y qué pasará?
La Comisión Europea ha indicado que es una situación temporal y que los C3 activos pasarán a funcionar como escáneres normales a partir del próximo primero de septiembre. A efectos prácticos, es un paso atrás y las mejoras prometidas no se notarán donde estas maquinas estaban en pruebas, como en el caso español.
Ante el crecimiento de pasaje, el control de seguridad seguirá siendo uno de los puntos más antipáticos del paso por el aeropuerto de manera indefinida, puesto que aun diciendo que es provisional, no está definido hasta cuando estos costosos escáneres no volverán a ser los facilitadores de un paso más liviano por las terminales o cuando podrán ser instalados y tenga sentido hacerlo.
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