Astrónomos han identificado el exoplaneta en tránsito más joven conocido hasta la fecha, con solo tres millones de años de antigüedad, equivalente a un bebé de dos semanas en nuestro planeta. Este descubrimiento podría arrojar nueva luz sobre los procesos que dieron origen a planetas como la Tierra.
El planeta, denominado TIDYE-1b o IRAS 04125+2902 b, fue descubierto por Madyson Barber, estudiante de posgrado de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, y es su tercer hallazgo de un exoplaneta. Sin embargo, este descubrimiento destaca por su relevancia: “Es el sistema de tránsito más joven jamás encontrado. Hay mucho que podemos aprender de él para comprender nuestro propio hogar”, afirmó Barber a ABC News.
Un bebé cósmico en formación
TIDYE-1b orbita una estrella joven, a unos 520 años luz de la Tierra, completando una vuelta cada 8,8 días. Tiene una masa entre la de la Tierra y la de Neptuno, aunque su diámetro es 11 veces mayor que el de nuestro planeta. El descubrimiento fue posible gracias a observaciones de tránsitos, eventos en los que un planeta pasa frente a su estrella, causando pequeñas disminuciones en su brillo.
Lo que hace especial este hallazgo es que el sistema aún conserva vestigios de su formación. Normalmente, los discos protoplanetarios que rodean a las estrellas jóvenes dificultan la detección de planetas recién formados. Sin embargo, en este caso, el disco exterior está desalineado y el disco interior casi desaparecido, permitiendo a los astrónomos estudiar este mundo primitivo.
Reescribiendo el tiempo de formación planetaria
“Los planetas gigantes deben formarse antes de que el disco protoplanetario desaparezca, pero no sabemos si eso toma uno, cinco o diez millones de años”, explicó Andrew Mann, coautor del estudio publicado en Nature. Según Barber, el descubrimiento confirma que los planetas pueden alcanzar una estructura cohesiva en tan solo tres millones de años, mientras que la Tierra tardó entre 10 y 20 millones.
Un laboratorio para estudiar nuestro origen
Los investigadores creen que TIDYE-1b podría ser precursor de planetas como las supertierras o subneptunos, comunes alrededor de estrellas de la secuencia principal, como el Sol. Este hallazgo abre una ventana para estudiar cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios, ofreciendo pistas sobre nuestro propio origen.
“Buscar más sistemas jóvenes en tránsito será clave para comprender cómo se forman y evolucionan los planetas en etapas tempranas”, concluyó Barber.
Este hallazgo no solo enriquece nuestra comprensión del universo, sino que también nos acerca a responder la gran pregunta: ¿cómo surgió nuestro hogar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario