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El hipotiroidismo puede provocar complicaciones graves y potencialmente fatales si no se trata. Pero muchos pacientes siguen tomando un fármaco durante años sin saber si su hormona tiroidea ha alcanzado niveles normales
La osteoporosis hace que los huesos se debiliten y se vuelvan frágiles hasta tal punto que una caída o incluso toser puede causar una fractura. Pues bien, una investigación ha descubierto que la levotiroxina, el segundo medicamento más recetado entre los adultos mayores en los Estados Unidos para la tiroides (en concreto para el hipotiroidismo), puede estar asociada con la pérdida ósea.
En un comunicado del estudio, publicado en "Reports and Proceedings" que se presentará la próxima semana en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (del 1 al 5 de diciembre), los autores recuerdan que la levotiroxina, que se comercializa bajo múltiples marcas, es una versión sintética de una hormona llamada tiroxina que se receta comúnmente para tratar el hipotiroidismo o la tiroides hipoactiva.
En las personas con hipotiroidismo, la glándula tiroides no produce suficiente tiroxina por sí sola, lo que suele provocar fatiga, aumento de peso, caída del cabello y otros síntomas. Si no se trata, el hipotiroidismo puede provocar complicaciones graves y potencialmente fatales.
Aproximadamente 23 millones de estadounidenses (alrededor del 7 % de la población de Estados Unidos) toman levotiroxina a diario. En ocasiones, los pacientes han estado tomando levotiroxina durante muchos años, pero no está claro por qué se les recetó inicialmente o si todavía, transcurrido tiempo desde su inicio, es necesaria.
De hecho, "los datos indican que una proporción significativa de las prescripciones de hormona tiroidea pueden darse a adultos mayores sin hipotiroidismo, lo que genera inquietudes sobre un exceso relativo posterior de hormona tiroidea incluso cuando el tratamiento está dirigido a los objetivos del rango de referencia", afirma la autora principal del estudio, Elena Ghotbi, investigadora postdoctoral en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland.
Aunque existen algunas variables, un rango de referencia normal para la hormona estimulante de la tiroides (TSH) suele estar entre 0,4 y 5,0 microunidades por mililitro. El exceso de hormona tiroidea se ha asociado con un mayor riesgo de fractura ósea.
Para este estudio (una colaboración multidisciplinaria entre el Departamento de Radiología y Ciencias Radiológicas del Russell H. Morgan y el Departamento de Endocrinología de Johns Hopkins Medical Institutions), el Dr. Ghotbi y sus colegas buscaron determinar si el uso de levotiroxina y tener unos niveles más altos de hormona tiroidea dentro del rango de referencia están asociados con una mayor pérdida ósea con el tiempo en adultos mayores "eutiroideos", es decir, adultos con función tiroidea normal.
Los investigadores utilizaron el Estudio Longitudinal de Envejecimiento de Baltimore (BLSA), un estudio de cohorte observacional prospectivo de adultos mayores. En el estudio del Dr. Ghotbi se incluyeron participantes de 65 años o más que habían tenido al menos dos visitas y cuyos análisis de función tiroidea se encontraban constantemente dentro de los rangos de referencia.
“Esta investigación es una colaboración entre Johns Hopkins y la BLSA, el estudio más prolongado sobre el envejecimiento realizado por el Programa de Investigación Intramural del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento”, manifiesta la coautora Eleanor Simonsick, Ph.D., epidemióloga y codirectora de la BLSA.
“Los amplios datos de la BLSA incluyen mediciones DEXA (el estándar actual establecido para medir la densidad mineral ósea) repetidas en cada visita del estudio, lo que proporciona información valiosa sobre la progresión de los cambios en la densidad ósea y la masa ósea a lo largo del tiempo, lo que ofrece una comprensión más integral de la osteoporosis relacionada con el envejecimiento”, añade.
El grupo de estudio incluyó a 81 usuarios eutiroideos de levotiroxina (32 hombres, 49 mujeres) y 364 no usuarios (148 hombres, 216 mujeres), con una edad media de 73 años y niveles de TSH de 2,35 en la visita inicial.
Se consideraron otros factores de riesgo como la edad, el sexo, la altura, el peso, la raza, los medicamentos, el historial de tabaquismo y el consumo de alcohol en la comparación de puntajes de propensión de usuarios de levotiroxina frente a no usuarios.
Los resultados mostraron que el uso de levotiroxina se asoció con una mayor pérdida de masa ósea corporal total y densidad ósea, incluso en participantes cuyos niveles de TSH estaban dentro del rango normal, durante un seguimiento medio de 6,3 años. Esto se mantuvo así al tener en cuenta los niveles basales de TSH y otros factores de riesgo.
“Nuestro estudio sugiere que incluso cuando se siguen las pautas actuales, el uso de levotiroxina parece estar asociado con una mayor pérdida ósea en los adultos mayores”, destaca Shadpour Demehri, coautor principal y profesor de radiología en Johns Hopkins.
La Dra. Jennifer Mammen, coautora principal y profesora adjunta de endocrinología en Johns Hopkins, recomienda que los adultos que toman levotiroxina hablen sobre su tratamiento con su médico y controlen regularmente sus pruebas de función tiroidea: “Se debe realizar una evaluación de riesgo-beneficio, sopesando la solidez de las indicaciones del tratamiento frente a los posibles efectos adversos de la levotiroxina en esta población”.
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