En los últimos días, han vuelto a hacerse virales una serie de fotografías que muestran los restos de una nave espacial estrellada en la superficie de Marte. Son imágenes tomadas por la NASA en 2022 y lo que hay detrás no es nada misterioso, pero sí desde luego llamativo y una visión única de la exploración espacial. Lo que muestran son los restos de la cápsula espacial Aeroshell, que transportó al rover Perseverance y al helicóptero Ingenuity a Marte en 2020, y que tuvo la misión de desplegarlos tras penetrar la atmósfera marciana a 20.000 km/h.
Una arriesgada operación que la NASA definió en su momento como ‘7 minutos de terror’, en referencia al tiempo que tardan las comunicaciones entre la Tierra y Marte y lo que iba a esperar el control de misión para conocer si el aterrizaje había sido exitoso una vez realizado.
Las imágenes fueron tomadas por Ingenuity en el Vuelo 26, realizado el 19 de abril de 2022. El helicóptero marciano superó con mucho las expectativas iniciales de realizar 5 vuelos en Marte y completó hasta 75, dañando una de sus aspas en el 76 y no pudiendo volver a levantar el vuelo tras este accidente que tuvo lugar en enero de este año.
Entre los muchos obstáculos que tuvo que superar la misión Mars 2020 estaba el momento crítico del aterrizaje en la superficie marciana. No era el primero que realizaba la NASA, pero ninguno antes de Perseverance se había realizado con una máquina tan grande y pesada.
Antes de Mars 2020, los rovers de la NASA Sojourner, Spirit, Opportunity y Curiosity habían conseguido aterrizar en el planeta rojo con éxito. Sojourner, en 1996, lo hizo dentro de una plataforma desde la que se desplegó, ya en tierra, aunque consiguió sobrevivir por poco. Spirit y Opportunity lo lograron, ambos en 2004, usando un sistema de airbags externos que los protegieron en el momento de hacer contacto con la superficie. Curiosity, desplegado en 2012 y bastante más pesado que los anteriores —11,5 kg, 185 kg, 185 kg y 899 kg, respectivamente—, hacía inviable esta solución, lo que dio lugar al nacimiento del sistema Sky Crane.
Sky Crane surgió después de que los ingenieros de la NASA desecharan cualquier otra posibilidad para aterrizar un vehículo de ese tamaño —Perseverance es como un coche pequeño de una tonelada de peso— en Marte y, aunque inicialmente fue considerado como una idea ‘loca’ por los directivos de la NASA, fue la que finalmente logró que MSL (Laboratorio de Ciencias de Marte, la misión de Curiosity) y Mars 2020 pudieran llevarse a cabo con éxito.
El rover Perseverance, con el helicóptero Ingenuity en su interior, despegó dentro de la cápsula espacial Aeroshell, impulsada por el cohete Atlas V-451, el 30 de julio de 2020. Tras un viaje de 7 meses, Aeroshell entró en la atmósfera marciana a una velocidad de 20.000 km/h.
Sin la protección de la cápsula espacial, capaz de aguantar temperaturas de hasta 870 C, el rover habría sido destruido. Aeroshell, fabricada por Lockheed Martin, abrió un enorme paracaídas que le permitió reducir su velocidad hasta los 320 km/h. En este lapso, la cápsula expulsó la carcasa delantera —la base, para entendernos—, lo que dejaba expuesto a la atmósfera marciana a Perseverance, y después la carcasa posterior en forma de cono.
A continuación, Aeroshell descolgó el rover con cables de amarre hasta que hizo contacto con el suelo, ya a una velocidad de 126 km/h, mientras la estructura de la cápsula mantenía el control del vuelo con sus motores. Con Perseverance en tierra, Aeroshell se alejó del rover para finalmente estrellarse a unos cientos de metros en el cráter Jezero, el lugar de aterrizaje previsto.
Las imágenes tomadas por Ingenuity muestran restos de la cápsula, la carcasa posterior en forma de cono de Aeroshell y parte del paracaídas que posibilitó el aterrizaje exitoso de Perseverance, del que se cumplirán cuatro años el próximo 18 de febrero.
Según explicó la NASA en su blog sobre estas imágenes, ‘la capa protectora de la carcasa posterior parece haber permanecido intacta durante la entrada atmosférica de Marte‘ y gran parte de las ‘80 líneas de suspensión de alta resistencia que conectan la carcasa trasera con el paracaídas son visibles y también parecen intactas‘. Además, ‘la cubierta [del paracaídas] no muestra signos de daño por el flujo de aire supersónico durante el inflado‘, información valiosa para futuras misiones en Marte y el motivo por el que Ingenuity sobrevoló los restos del aterrizaje a 8 metros de altura.
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