SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO
"Solo el pueblo salva al pueblo". Bajo este lema, que se ha extendido por las redes sociales, miles de ciudadanos se han unido con un mismo objetivo: atender a los afectados por la fortísima DANA que ya ha dejado un saldo de más de 200 fallecidos, además de enormes daños materiales y personales en varios municipios de la provincia de Valencia. Este viernes, desde primera hora de la mañana, una improvisada marea se movilizó espontáneamente hasta las zonas más afectadas para proveer de agua y alimentos o para ayudar en las tareas de limpieza. Estas reacciones se producen en medio del enfado de muchos de los afectados ante la gestión de las administraciones.
Fue tal el aluvión de voluntarios que acudieron a las localidades más castigadas por las riadas que la Generalitat Valenciana tuvo que pedir a sus ciudadanos mesura y no utilizar sus vehículos para no colapsar las vías y permitir el trabajo de los servicios de emergencia, que este viernes siguieron desplegándose. "Es imperativa la necesidad de que vuelvan a sus casas", pidió el president autonómico Carlos Mazón a la gente que se estaba "echando a las calles" a pie o en sus vehículos. Mazón les agradeció que tengan "la mejor voluntad" de colaborar con los damnificados, pero explicó que las vías públicas estaban "colapsando" y era necesario tenerlas despejadas para mantener el envío de ayuda. Horas después, la Generalitat tomó la decisión de convocar a los voluntarios este sábado a las siete de la mañana en la Ciudad de las Artes y las Ciencias para "organizar" la ayuda de la mejor manera posible.
Y es que el aislamiento de muchos de los municipios más afectados por la DANA es uno de los grandes problemas a los que se están enfrentando las administraciones para prestar ayuda a unos vecinos cada vez más desesperados. Ciudadanos de localidades muy próximas a Valencia capital, como Alfafar, Paiporta o Beniparrell, denuncian la falta de suministros, alimentos y otro tipo de bienes básicos ante una situación que se evidencia cada vez más trágica. "Esto es desastroso, no podemos ni entrar a nuestras viviendas. No tenemos comida, no tenemos agua, aquí no ha venido nadie, hay cadáveres por los suelos", denuncia una vecina del barrio de Orba, en la localidad de Alfafar.
Buena parte de las críticas se centran en la desatención ante una tragedia que se está gestionando con medios que parecen insuficientes. "Parece que Beniparrell es una población que no existe en el mapa", critica Laura, ciudadana de esa localidad. "Ningún político, ni siquiera el propio alcalde del pueblo, se ha pasado por las calles a ver cómo estamos", se queja. "Desde el martes por la noche, todo, absolutamente todo nos lo hemos hecho los vecinos mano a mano, como hemos podido, con nuestras herramientas y nuestro esfuerzo", denuncia esta vecina, que describe cómo en su localidad "se ha caído el muro del colegio, no se puede transitar por las calles" y "ya no hay nada" en el único supermercado de las inmediaciones.
La historia que relata Senia unos kilómetros más al norte, en Alfafar, es muy similar. "Aquí no viene nadie a ayudar, lo estamos haciendo todo entre los vecinos", lamenta esta ciudadana, mientras otra vecina, Mari Carmen, explica que son los residentes de la localidad quienes están retirando los coches que permanecen destrozados y amontonados en las carreteras. "Entre varios hombres los están moviendo a pulso", cuenta Mari Carmen, otra vecina; o "agricultores de la zona que tienen tractores los arrastran y los sacan".
500 militares más
Ante la falta de medios, este viernes la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció el envío de otros 500 militares a la zona más afectada por la DANA y prometió que, en días sucesivos, se incorporarán "los que hagan falta, sin ningún tipo de limitación de medios". "Se está haciendo todo lo que se puede y se va a seguir haciendo", argumentó Robles, que detalló que ahora son unos 1.700 los efectivos que están trabajando en las localidades castigadas por el temporal: los 500 enviados este viernes y otros 1.205 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) presentes desde el primer día.
La dirigente, no obstante, señaló que "no es tanto un problema de número de militares, sino de las capacidades en función de lo que se necesite" y pidió a la ciudadanía que no piense "que llega el Ejército y ya se soluciona todo", porque hay sitios en los que la situación es "absolutamente intransitable". La misión de las unidades desplegadas, apuntó Robles, es "ayudar a desenterrar a las personas que puedan estar en sótanos o en plantas bajas", "ayudar a achicar el agua en muchísimos sitios" y abrir viales para permitir el transporte para que puedan llegar alimentos y agua a poblaciones que están "absolutamente aisladas".
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