La noticia causó gran impacto a nivel mundial. Un informe presentado en el Parlamento británico ha revelado el hallazgo de gigantescas reservas de petróleo en la Antártida, un territorio reclamado por Argentina, Chile y el Reino Unido. Este descubrimiento, atribuido a la empresa rusa Rosgeo, ha generado preocupación internacional debido a sus implicancias ambientales y estratégicas.
¿De qué se trata este anuncio? El petróleo fue identificado en el mar de Weddell, una cuenca submarina ubicada al sur del continente helado. Según los informes que se dieron a conocer en 2024, el crudo es de alta pureza, considerado uno de los mejores hallazgos en décadas. Se estimó en 511.000 millones de barriles la cantidad encontrada.
La Antártida, con una extensión de casi 14 millones de kilómetros cuadrados, es reconocida por su clima extremo, su biodiversidad única y sus recursos naturales. Aunque más del 99 % de su superficie está cubierta de hielo, se ha especulado durante años sobre la existencia de valiosas reservas de petróleo y gas bajo su territorio.
"Tras conocerse la noticia, la diplomacia argentina evitó confrontar con la Federación Rusa de Vladimir Putin", informó por entonces el periódico La Nación de Argentina.
El descubrimiento ha puesto en tensión el Protocolo de Madrid, vigente desde 1998, que prohíbe toda actividad minera en la Antártida para preservar su frágil ecosistema. La posible explotación de estas reservas podría alterar la dinámica del mercado energético global.
“Desde 2011, Rosgeo ha regresado al menos seis veces al territorio reclamado por el Reino Unido en el mar de Weddell, en el Océano Austral de la Antártida. Los diarios de navegación del explorador han documentado mapas de las cuencas sedimentarias y su ‘potencial de petróleo y gas’”, afirma una investigación de la agencia sudafricana Daily Maverick.
Organismos internacionales, países reclamantes y grupos ambientalistas han expresado su rechazo a cualquier intento de extracción, destacando las barreras legales, técnicas y éticas que enfrentaría el proyecto. Esta noticia generó sorpresa a nivel mundial y, luego, con el correr de las semanas fue saliendo de la agenda pública.
El hallazgo colocó a la Antártida en el centro de una discusión global sobre los límites de la explotación de recursos naturales, marcando un posible punto de inflexión en las políticas energéticas y medioambientales internacionales.
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