La pasada semana, tras la última reunión del Pevolca (Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias), se anunció que aumentaría la vigilancia sobre el Teide al observarse lo que se considera una ligera deformación en su entorno.
Desde hace casi una década el aumento de actividad sísmica del volcán “se ha concretado en cinco enjambres de cierta entidad en la zona oeste de Las Cañadas”, según relató Itahiza Domínguez, director del Instituto Geográfico Nacional(IGN).
Esta mayor actividad ha llevado a muchos a preguntarse si el Teide entrará pronto en erupción, un extremo que Nemesio Pérez, director de Involcan, quiso matizar.
"La emisión de gases se modificó a finales de 2016 aunque no ha sido significativa” y no tiene comparación con lo que sucedió en La Palma en 2021, si bien reconoció el científico que nada es descartable al cien por cien.
Cada 100 años
Lo cierto es que, si se atiende a los datos, la posibilidad de que se produzca un episodio sísmico de consideración no es descartable atendiendo a las erupciones volcánicas que ha vivido Tenerife desde el siglo XV.
Volcán de Boca Cangrejo
Dos años antes de la conquista total de Tenerife, en 1492 se produjo la primera erupción de la que se tienen datos, la del volcán de Boca Cangrejo observada por Cristóbal Colón al partir hacia América.
Su ubicación estaba cercana a la costa, posiblemente en el área de Güímar, y desde la Santa María fue observada por la tripulación al dejar la isla, que vio llamaradas y cenizas en el horizonte.
Volcanes de Arafo, Fasnia y Güímar
En diciembre de 1704 comenzó un episodio eruptivo en el Valle de Arafo, en el sureste de la isla. Se abrió una fisura en la montaña de Las Arenas, arrojando lava y cenizas, que tuvo su continuación en Fasnia y más tarde, en enero del año siguiente, en Güímar.
Volcán de Trevejo
La erupción del volcán de Trevejo en 1706 fue probablemente la más devastadora de la historia de Tenerife, especialmente para Garachico.
Era en ese momento el principal puerto comercial de la isla y perdió gran parte de sus viviendas y su puerto, obligando a reconfigurar toda la economía del norte de la isla.
Se originó en las faldas del volcán, en la dorsal de Abeque, entre los municipios de El Tanque, Los Silos y Garachico. No hubo víctimas mortales gracias a que la erupción se produjo lentamente y permitió la evacuación de quienes vivían en la zona afectada.
Volcán Chahorra
De junio a septiembre de 1798, en las laderas del Pico Viejo, cerca del Teide, se registró una gran erupción en la que se formaron varias bocas eruptivas, expulsando lava sin control pero sin afectar a zonas habitadas.
Volcán Chinyero
Ya en el siglo XX se produjo la última erupción. Se localizó en el noroeste de Tenerife en 1909, dentro del municipio de Santiago del Teide, cerca de los municipios de Garachico, El Tanque y Buenavista del Norte.
No causó víctimas ni daños graves, pero sí se temió por la posibilidad de que la lava alcanzara zonas habitadas. Además, en aquel momento los habitantes del norte temieron que desembocase en una tragedia similar a la de la erupción de 1706 en Garachico.
Ciclos eruptivos
Desde que hay registros se han producido erupciones en Tenerife aproximadamente cada cien años, una actividad moderada en comparación con otras islas, aunque se considera que el ciclo eruptivo en la isla abarca entre los 100 y los 300 años.
Es de resaltar que en el siglo XVII no se produjo ninguna erupción pero la centuria que le siguió fue la más activa y también la más destructiva para la economía insular.
En la actualidad, como se ha remarcado desde las diferentes administraciones implicadas, no hay indicios inmediatos de una nueva erupción, pero Tenerife sigue siendo una isla volcánicamente activa.
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