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Una curiosa alga se postula para ser titulada como la salvadora de la humanidad. Genera un efecto inesperado en la atmósfera que sorprende incluso más que las algas sustitutas de los paneles solares. Nuestro planeta está cada vez más caliente. Desde la Revolución Industrial, impulsada por el uso de combustibles fósiles en todos los sectores, el calentamiento de la Tierra ha subido 1 grado Celsius. Un fenómeno derivado de la actividad en las centrales eléctricas, el transporte y las acciones vinculadas con los fósiles en general.
Según registró la web de National Geographic el pasado mes de noviembre, 2023 fue el año más cálido registrado y los 10 años más calurosos de la historia tienen fecha de la última década. Una reconstrucción de la temperatura media de la Tierra en los últimos 485 millones de años mostró que, cuando el planeta está caliente, tienen lugar catástrofes meteorológicas y extinciones masivas.
El término “cambio climático”, ampliamente utilizado para describir el punto en el que se encuentra la Tierra, abarca no solo el incremento de las temperaturas medias, sino también las catástrofes en los hábitats, la subida del nivel del mar y otra serie de circunstancias.
Todas estas transformaciones se están generando conforme el ser humano continúa agregando a la atmósfera gases de efecto invernadero que atrapan el calor, como el dióxido de carbono y el metano. Bajo este escenario, una curiosa alga podría salvar la humanidad debido al efecto que causa en la atmósfera.
Alga salvadora, el descubrimiento que tiene al mundo en vilo
Una alga que produce ‘olor a playa’ ayuda al enfriamiento del clima. Se trata de un tipo común de alga oceánica que juega un papel vital en la producción de un compuesto masivamente abundante que contribuye a enfriar el clima de la Tierra. La alarma sobre las capacidades de esta alga saltó ante un estudio de la Universidad de East Anglia (UEA) y la Universidad Oceánica de China (OUC), publicado en Nature Microbiology.
En su informe se asegura que esta alga podría cambiar la compresión del ser humano sobre cómo estos minúsculos organismos marinos inciden en la Tierra. El equipo a cargo de la investigación interceptó las algas Pelagophyceae, creadoras de floraciones, como productoras potencialmente abundantes y relevantes de un compuesto denominado dimetilsulfoniopropionato o DMSP.
El coautor principal, el profesor Jonathan Todd, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UEA, advirtió que este tipo de algas “se encuentran entre las más abundantes en la Tierra, aunque antes no se sabía que fueran productoras de DMSP. Este descubrimiento es emocionante porque el DMSP es un compuesto antiestrés abundante, fuente de alimento para otros microorganismos y fuente principal de gases que enfrían el clima”.
Cada año, los microorganismos marinos generan miles de millones de toneladas de DMSP en los océanos del planeta, contribuyendo a que estos sobreviven al protegerlos de diferentes factores como cambios en la salinidad, frío, una elevada presión y estrés oxidativo. Cabe destacar que el DMSP es la principal fuente de gas activo para el clima designado dimetilsulfuro (DMS), al que se conoce como el “olor de la playa”.
Esta alga regula la temperatura de la Tierra
Este análisis desliza que la producción de DMSP, y, por ende, la liberación de DMS, es probablemente superior a lo que se había predicho con anterioridad y subraya el papel de los microbios en la regulación climática global. Por su parte, el DMS también procede como una molécula de señalización, actuando de guía de los organismos marinos hacia su alimento y disuadiendo a los depredadores.
Cuando sucede la liberación del DMS a la atmósfera, los productos de oxidación del DMS contribuyen a la formación de nubes que reflejan la luz solar alejada de la Tierra, enfriando de forma efectiva el planeta. Se trata de un proceso natural vital para regular el clima. Además, el ciclo global del azufre es sumamente importante, dado que supone la principal ruta por la que el azufre de los océanos vuelve a la Tierra.
Los investigadores aseguran que se necesitan más estudios tanto de esta alga como de otros organismos marinos para lograr mayor información sobre este campo. Dicho informe es solo un indicio más del potencial de las algas, que también se ven como una forma de optimizar la eficiencia de los paneles con material orgánico.
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