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Nápoles es una ciudad maravillosa que cada año visitan miles de personas para descubrir sus encantos. Lo más normal es pasear por sus calles, recorrer sus museos y monumentos o disfrutar de la gastronomía típica italiana, pero lo que muchos no saben es que hay algo más que hacer. Bajo las aceras de esta ciudad se esconde un misterioso secreto que se puede visitar para viajar en el tiempo, la Galería Borbónica.
Historia de la Galería Borbónica
En el año 1853, Fernando II de Borbón encargó al arquitecto Errico Alvino la construcción de una serie de pasadizos subterráneos que cruzaran el Monte Echia para conectar el Palacio Real con Piazza Vittoria. Una obra que permitiría crear una proximidad con el mar y los cuarteles. La intención no era que fuera utilizado por la sociedad, sería privado.
Otra de las finalidades era crear una vía militar rápida para facilitar la defensa de la fortaleza, por la cual los soldados y las tropas podían moverse desde el cuartel y también podrían utilizarlo como vía de escape los monarcas. Los disturbios de Nápoles e Italia en general en 1848 fueron uno de los desencadenantes de la creación de estos pasadizos.
Inicialmente se crearon dos túneles diferentes, uno para vehículos y otro para pasajeros. Ambos tenían una longitud de 84 metros y llegaban hasta el interior de la Cueva Carafa. Las obras terminaron en 1855 y ese mismo año se inauguraron con la visita del monarca. Solamente estuvo abierta al público durante tres días, antes de privatizarse el uso al paso de la clase alta.
Con el paso del tiempo las galerías recibieron diferentes usos, pero no fue hasta el año 2007 cuando los geólogos descubrieron tras un muro tapiado todo un túnel que había sido utilizado como refugio durante la guerra y en el que aún se conservaban diferentes vehículos como coches y motocicletas, además de estatuas de diferentes épocas.
Ruta por la Galería Borbónica
Afortunadamente hoy es posible visitar el interior de la Galería Borbónica y puede hacerse a través de alguna de sus diferentes rutas guiadas. La más completa es la estándar, que permite recorrer la galería al completo y a la cual se accede desde Vico del Grottone. Durante todo el recorrido podrás apreciar la complejidad de esta construcción y contemplar las murallas y otras construcciones de los pasadizos.
En las otras rutas también podrás descubrir enclaves como el Museo de la Guerra, la cisterna que reconduce el agua subterránea, la sala de los coches, el impresionante acuífero que nos hará tener ganas de bañarnos e incluso una zona dedicada a los amantes de la espeleología.
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